El GOB pide al Consell de Menorca que revise los alquileres turísticos en los pueblos

La entidad incide en la necesidad de redimensionar la actividad turística, de manera que quede principalmente en las urbanizaciones

El Gob recuerda que la ley establece que como mínimo cada cinco años deben revisarse las declaraciones responsables que se usan para poner en marcha los establecimientos de alquiler turístico | Foto: Archivo

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El GOB ha pedido al Consell de Menorca que lleve a cabo una revisión exhaustiva y urgente de los alquileres turísticos situados en los núcleos tradicionales para ver si cumplen las condiciones para permanecer activos.

La entidad ecologista recuerda que el alquiler turístico ha aumentado en los últimos diez años hasta un 55 % la capacidad legal de alojamiento turístico en Menorca, al sumar 30.000 plazas a las 54.000 camas hoteleras. A esta cifra cabe añadir, según el GOB, otras más de 45.000 personas que se desconoce dónde duermen, pero «la masificación es una realidad contrastada con cifras».

Los ecologistas estiman que «tener 30.000 plazas turísticas en casas y al menos otras 30.000 de manera irregular quiere decir que la isla destina alrededor de 12.000 viviendas a usos turísticos, una situación que impacta y desequilibra la balanza, ya que el protagonista es quien viene a pasar unos días y no el que vive todo el año».

Por eso, el GOB incide en la necesidad de «ir redimensionando la actividad turística, de manera que quede principalmente en las urbanizaciones», para así mantener los núcleos tradicionales como «los espacios pensados y ordenados para la población residente».

De hecho, la ley establece que como mínimo cada cinco años deben revisarse las declaraciones responsables que se usan para poner en marcha los establecimientos de alquiler turístico, de manera que solo se pueden seguir comercializando si cumplen todos los requisitos.

El GOB sostiene que «empezar a revisar las plazas autorizadas en los núcleos tradicionales sería bueno para descongestionar la isla y mejorar la convivencia entre visitantes y residentes, y ayudaría a la vez a recuperar viviendas disponibles para todo el año».

En su opinión, «Menorca necesita reducir las plazas turísticas planificadas para así evitar los efectos negativos de la masificación y la pérdida de viviendas para la población residente».