Aumenta la presión asistencial por problemas de salud mental en Menorca: cuatro nuevos pacientes al día

El malestar emocional tras la pandemia y la normalización de la ayuda médica han llevado a esa mayor presión asistencial

Panel informativo sobre las consultas de salud mental en la segunda planta del centro de salud Dalt Sant Joan, en Maó. | ASME

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La salud mental ha pasado de ser prácticamente un tabú a estar en la conversación pública, genera cada vez más demanda asistencial en la sanidad y son las consultas ambulatorias las que notan un aluvión de pacientes en los últimos años. Las consultas externas de psiquiatría han aumentado un 37 por ciento en Menorca durante los tres últimos años, en 2024 se registraron 1.324 consultas frente a las 967 contabilizadas en 2022. Estas visitas derivaron en 10.336 consultas de seguimiento el año pasado y la presión no cede: en el primer trimestre de 2025 se han alcanzado casi cuatrocientas primeras consultas (391) y 2.712 de seguimiento, según cifras ofrecidas por la Dirección General de Salud Mental del Govern.

En cuanto a las consultas ambulatorias de psicología, en lo que va de año se registran 1.514 visitas. En 2022, hubo un total de 7.150 consultas de psicología; en    2023, 6.495 visitas; y en 2024, 5.793. Un descenso que no refleja la realidad de la salud mental sino más bien, explica la directora general Carme Bosch, se debió a «bajas» entre los profesionales «que no se pudieron cubrir».

Los ingresos de pacientes en la Unidad de Psiquiatría de Agudos del Hospital Mateu Orfila también han ido en aumento en estos tres últimos años, en 2022 ingresaron 186 personas; en 2023 lo hicieron 207; y en 2024 la cifra se estabilizó y hubo 206 ingresos hospitalarios.

Los pacientes con un perfil crónico o que no pueden estar en su domicilio ingresan en el centro de salud mental de Sant Miquel, en Ciutadella, donde hay 15 plazas residenciales.

Sobre los motivos de este incremento de demanda asistencial, la pandemia de covid-19 y el confinamiento marcaron un antes y un después en los problemas de salud mental, se esperaba este aumento de pacientes, que se ha unido, según la directora general, a la «normalización» del hecho de acudir a la consulta de psicólogos y psiquiatras.

En esta superación del estigma que durante años ha acompañado a la enfermedad mental también juega un papel fundamental el reconocimiento de los trastornos emocionales y mentales por parte de personajes públicos.

Asimismo «estamos en un punto de visibilización porque hay trabajo hecho por equipos de etapas anteriores», reconoció la responsable de la dirección general creada por el actual Govern en una reciente comparecencia parlamentaria. Ahora toca profundizar en la coordinación y, añadió, «poner énfasis» en la parte asistencial y en la situación de los profesionales.

Psicólogos en Primaria

Para lograr ese objetivo se plantea conceder un mayor protagonismo a la Atención Primaria y a los servicios comunitarios. En la actualidad las siete gerencias sanitarias del IB-Salut, independientes entre sí, trabajan en la atención a la salud mental. En Mallorca se ha puesto en marcha el programa PsicoAP, que no existe en Menorca y Eivissa-Formentera y que la Dirección General de Salud Mental quiere extender a todas las islas.

La iniciativa consiste en introducir psicólogos en los equipos de Atención Primaria, para que presten una primera atención a los casos que no sufren una patología «como para ir al psiquiatra», señala Bosch, «pero tienen un malestar emocional que hay que atender», en coordinación con servicios sociales y educativos.

«Se puede hacer un abordaje que es complejo, porque influyen muchos factores, pero posible desde un nivel de Atención Primaria», añade, dejando las patologías graves (trastorno psicótico, bipolar, de personalidad entre otras) para la consulta del psiquiatra.

Todavía faltan recursos para la implantación total del programa pero ese es el objetivo, subraya. «Estamos haciendo el estudio para conocer cuáles serían los recursos que necesitamos y de qué manera se podría empezar a implantar», explica Bosch. Se trataría de implementar un itinerario en materia de salud mental que no siempre tuviera que acabar en la consulta de los psiquiatras, en estos momentos algo «saturados», y que estos puedan tratar los casos que «requieren su intervención especializada».

De momento los psicólogos clínicos del programa PsicoAP están distribuidos por sectores sanitarios de Mallorca: tres en el sector de Ponent, tres en el sector de Migjorn, dos en el sector de Tramuntana y uno en el sector de Llevant. PsicoAP significa un cambio de modelo en la atención a la salud mental y tiene otro reto, la adecuación de espacios en los centros de salud.

Incorporación de las unidades de conductas adictivas al sistema sanitario

La propuesta de reorganización de los servicios de salud mental incorpora una demanda profesional, como es la incorporación de las unidades de conductas adictivas al sistema sanitario, lo que supone su traspaso desde los consells insulars. Es un cambio que se implementará «de forma progresiva», afirma Carme Bosch. De hecho, el Consell de Menorca, ante las dificultades para cubrir la plaza de médico psiquiatra a tiempo completo, que quedó vacante por jubilación en 2023, ya renegoció el convenio con el Servicio de Salud para que este asumiera la parte sanitaria y la institución continúe con su tarea de prevención.

Un psiquiatra del Área de Salud atiende desde mediados de febrero y de manera presencial, los martes en Maó y los viernes en Ciutadella. A lo largo de este mes Salud prevé implementar dos enfermeras.