«El modelo actual de atención a la salud mental ha quedado desfasado»

Carme Bosch apuesta por una reordenación de los recursos existentes

Carme Bosch durante su comparecencia en el Parlament balear.

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Para mejorar el concepto de atención mental la directora general, Carme Bosch, afirma que las acciones deben centrarse    en la parte asistencial, «nos encontramos en un momento en el que el modelo se ha quedado desfasado», asegura, e insiste en poner el foco en las necesidades asistenciales. «Las demandas han cambiado, ya no vemos lo mismo que veíamos en las urgencias y las unidades de hospitalización, el tipo de paciente es diferente al de hace 20 años», alerta. La cartera de servicios «se tiene que revisar», ya que la última actualización consta en el BOE de 2006 y el último modelo de ordenación de atención a la salud mental consta en un decreto balear de 2002, «no hace falta decir que está desactualizado».

Bosch, que presentó este análisis en una reciente comparecencia en la Comisión de Salud del Parlament, apuesta por un replanteamiento de la ordenación de recursos y el modelo asistencial, y avanza que se trabaja en la hoja de ruta para esos cambios con todos los jefes de servicio de psiquiatría. Dentro de esa reordenación entraría el traspaso de la Unidades de Conductas Adictivas de los consells al Servei de Salud y el refuerzo con psicólogos clínicos en los centros de salud, para ese primer filtro de los problemas mentales. Con la introducción del programa PsicoAP en Atención Primaria se dispondrá de un recurso que «cambia el panorama de    la atención ambulatoria a la salud mental y que debemos integrar en la red», asegura la responsable sanitaria,    ya que posibilitará la redefinición de la cartera de servicios en los dispositivos ambulatorios de salud mental, «reordenando la demanda». Este cambio organizativo que propone la Dirección General de Salud permitiría establecer diferentes rutas en la atención a los problemas mentales.

La atención ambulatoria comprendería el apoyo a la Primaria, la consulta general, programas específicos por patologías que se tendrían que consensuar    (trastornos afectivos, TOC, ansiedad, psicosis, trastornos de personalidad entre otras), y por último los programas comunitarios que ya se llevan a cabo como la unidad comunitaria de rehabilitación.

La idea es establecer diferentes circuitos dependiendo si la demanda de asistencia por problemas mentales llega desde las consultas de Atención Primaria o desde el hospital, logrando así un tratamiento más específico. En el sistema actual, si el paciente no llega por urgencias hospitalarias, es el médico de familia el que le deriva al especialista en salud mental para una consulta general.