Elturismo activo al margen de la temporada estival es una vertiente creciente a nivel insular dentro del sector, que contribuye a su efecto desestacionalizador, además del consiguiente beneficio económico que genera. Sin alcanzar un grado de excelencia en ese sentido –nada más lejos–, sí se advierte en la Isla una tendencia alcista, impensable quizá hace un decenio, pero innegable en tiempos recientes, siendo diversas las empresas que ofrecen y ofertan servicio más allá del semestre que comprende de mayo a octubre.
Rutas ecuestres, senderismo e incluso astroturismo o parapente, todo en el marco del actual concepto de ecoturismo, copan el ramillete de actividades al respecto (en lo que el buceo y praxis marítimas tienen su papel, pero menor).
La merma de suficientes conexiones aéreas con el exterior en los meses otoñales e invernales, lo caro de las mismas, la ausencia de una planta hotelera operativa a lo largo de todo el año, lo que por ejemplo en su momento provocó la pérdida de un torneo de gran impacto como la MeCup futbolística, como también la inclemente meteorología que castiga en ciertos meses del año, subyacen, según explican diferentes empresarios del gremio, como los principales obstáculos a que Menorca sea más activa más allá del verano.
Por contra, el espíritu empresarial, el deseo de trabajar y de mantener el negocio y sus instalaciones ‘on fire’ más allá de septiembre, la cada vez mayor presencia de visitantes más allá de verano –en lo que destaca el ciudadano francés– o la presencia de una cuota de la población local que también gusta de optimizar los meses en que no hace calor, brillan como elementos que ayudan a sostener a esa propuesta de turismo activo fuera de temporada.
Y legando además innegables visos de que no se trata de una moda pasajera y sí de una vía que en el futuro, aunque con lentitud, ganará trascendencia dentro del sector terciario menorquín.
Dune Fornells, centro de buceo alojado en el núcleo norteño, es una de las empresas que trata de sobrevivir más allá de septiembre, lo que logra por el momento «hasta diciembre», explica Philippe Taquin, su propietario, sobre todo gracias a sus cursos «de apnea».
«Enero y febrero son más complicados, pero a partir de abril, grupos de alemanes y franceses, que soportan mejor el agua fría que los españoles, te permiten arrancar la actividad, también de buceo», sigue Philippe, por otra parte crítico «con las pocas conexiones de vuelo y por la falta de hoteles abiertos, aquí en Fornells, más allá de octubre; manejo 2.500 personas al año, que vienen con sus acompañantes para gastar, y queremos trabajar todo el año, pero si no nos dan más facilidades...», prosigue.
Las rutas ecuestres, un reclamo fuera de temporada.
Por último, el empresario radicado en Fornells lamenta también su precaria situación «para trabajar», pues «apenas hay espacio y ahora han hecho cinco pantalanes nuevos y de momento no hay concesión, no hay amarres... este verano será difícil», remata.
Adaptarse
En DMS Sportkayac han apostado por un modelo que se ajusta a la demanda, «muy reducida», de invierno», precisan desde su departamento de administración.
«No abrimos todo el año, pero si alguien o un grupo quiere alquilar bicicletas, alquilamos; para rutas en kayac no hay demanda fuera del verano», añaden. «No abrimos el negocio los doce meses, pero sí atendemos y podemos dar el servicio los doce meses», terminan desde DMS.
Mientras, la firma Día Complert, con más de 30 años de dedicación en actividades náuticas y al aire libre, y a través de su responsable, Martí, indican que limitan a abril su operatividad al margen de temporada, y que esta se reduce a «rutas de senderismo para grupos escolares».
Concordando con la valoración de Dune Fornells, en Dia Complert lamentan que no se les permita operar «fuera de temporada», y «mientras los políticos no solucionen el problema con los amarres, no habrá nada que hacer».
Diferente es la lectura que nos ofrecen desde Cavalls Son Àngel, negocio que organiza rutas ecuestres por el Camí de Cavalls y la costa norte, en la zona de Ciutadella fundamentalmente. Impulsado por el matrimonio formado por Toni Bosch y Catalina Florit, el volumen de actividad que les generan los meses de no estío les da para «estar satisfechos», según refiere ella.
«En verano vivimos de eso y en invierno es un complemento. De junio a octubre hay mucha actividad, sobre todo en julio y agosto, a partir de noviembre el ritmo baja, pero también es mejor así, pues los caballos, y también nosotros, debemos descansar, sería insoportable de lo contrario», se extiende Catalina.
En lo que concierne a esa franja que contextualiza otoño e invierno, en la que «sí hay demanda», esta depende del clima en gran medida. «Si hace bueno, tenemos reservas, siempre que haya también una buena conexión aérea», explica la empresaria. Mallorquines, catalanes y también franceses, en lo que ayuda «que tengan un programa escolar diferente, con vacaciones cada seis semanas», matiza Catalina Florit, acaparan la principal cuota de mercado de un negocio con tirón al margen del verano.
«Se trata de otro tipo de turismo y de otra forma de disfrutar la Isla, pues no tiene nada que ver con el ambiente que hay en verano», finaliza Catalina Florit.
Donde también optan por apurar su actividad las cuatro estaciones del año es en Parapente Biplaza Menorca, si bien su mayor actividad ocurre en verano, por razones meteorológicas –este mes de marzo, muy ventoso, por ejemplo, apenas pudieron alzar un par de vuelos– y de luminosidad –el día es más largo.
«En invierno también tenemos demanda, pero menos, y con gente de aquí, no con turistas», detalla Joan Portella, uno de los responsables de la firma. «Nos adaptamos a las peticiones que tenemos», sigue Portella, que por otra parte entiende que la actividad fuera de temporada puede ir a más, lo que pasa por captar usuarios, y por tanto, por abrir «más rutas aéreas y que la gente pudiera venir».
Menorca, aunque a ritmo pausado, es cada vez más activa al margen del verano.
Una oferta variada que no se limita a conocer el campo o el mar insular
La propuesta de Menorca al margen de la temporada turística no es menor. Son varias las empresas que tratan de mantener su actividad durante todo el año, lo que no siempre es sencillo –de hecho, enero y febrero siguen siendo meses muy complicados en ese sentido. La oferta al respecto abarca desde senderismo y rutas ecuestres o cicloturismo, hasta submarinismo, apnea y snorkeling. También el parapente o el turismo de astronomía –los expertos consideran que el cielo de la Isla es muy bueno para dicha actividad– destacan en la relación de propuestas, estas dos más novedosas, dentro de esa porción de la Isla que se resiste a estar activa únicamente en verano.
Polaris Menorca, paradigma de cómo reinventarse
Polaris Menorca es una empresa con sede en la Isla que se dedica, en esencia, al astroturismo, pero precisamente la dificultad para desempeñar dicha actividad en los meses de invierno, unido al deseo de Javier, gallego afincado en la Isla e impulsor del proyecto, de operar a lo largo de los doce meses del año, convierten la firma en paradigma de capacidad de reinvención.
«En invierno no contamos con el visitante, y de hecho variamos nuetra actividad de lleno y nos centramos en el ecoturismo», explica el promotor de Polaris Menorca al respecto. «La astronomía es muy frágil y vulnerable ante el clima», continúa, en alusión a fenómenos atmosféricos como la calima que hace un par de veranos ensució el cielo insular, lo que, unido a las «pocas» conexiones aéreas, y a la poca o nula «presencia», entiende Javier, que otorga la Administración a su actividad, a diferencia de lo que acostumbra «con los caballos o actividades náuticas», propicia que en invierno «nos dediquemos a promover excursiones, además de talleres, cursos...», principalmente orientado al consumidor local. «Diría que en conjunto hacemos un 70 por ciento de astroturismo, que es en verano y algún día a la semana en invierno, y el otro 30 por ciento de nuestro trabajo es ecoturismo, casi siempre en otoño y primavera, cuando hace menos calor y es más agradable caminar; y con gente de la Isla normalmente», relata el empresario radicado en Menorca, contenta por otra parte por que su negocio presume una cuota de crecimiento «de un 5 por ciento anual»..
De su valoración, por último, no escapa cierta crítica a las «conexiones difíciles y billetes muy caros», cita, que aislan más a Menorca en invierno.
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Pericu
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Hace 6 días
Pueden tomar ejemplo de la Fundación del Hospital de la Isla del Rey, que llevan más de 20 años, organizando visitas guiadas TODOS los domingos del año.
1 comentario
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Pueden tomar ejemplo de la Fundación del Hospital de la Isla del Rey, que llevan más de 20 años, organizando visitas guiadas TODOS los domingos del año.