Aumentan en Menorca los menores en riesgo: internet sin control, drogas y falta de autoridad

En lo que va de 2025 se han notificado 77 casos, un 40 por ciento más que en 2024

El jefe del Servicio de Menores del Consell, Jesús Rabassa, acompañado por la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, y de Daniel García del Mar, director insular de Atención Social.

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El número de notificaciones en Menorca sobre menores de edad en situación de riesgo ha crecido de modo considerable durante el primer trimestre de 2025 en relación al de 2024, pasando de 57 casos entre enero y marzo del pasado año, a los 77 en el presente.

En total, durante 2024, la cifra global se elevó hasta los 206 casos, un par menos que en 2023 (208), de ahí que este repunte en lo transcurrido de año genere cierta «preocupación» en el seno de la Administración.

Asimismo, en 2024 se atendieron 39 declaraciones de menores en situación de riesgo, muy por encima de las 24 que se efectuaron durante 2023, según datos facilitados ayer por la Conselleria de Bienestar Social. En lo que concierne a las tutelas cautelares –que se aplican ante una situación de urgencia y de desprotección del menor– se pasó de las 15 de 2023 a las 21 en 2024, mientras que los expedientes por desamparo, lo que equivale a un marco de desprotección ya grave, fueron 17, manteniéndose en los márgenes de 2023.

Los factores que motivan este incremento de cifras son diversos, según enumeró el jefe del Servicio de Menores del Consell, Jesús Rabassa, acompañado por la consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, y de Daniel García del Mar, director insular de Atención Social.

Los grandes cambios que ha experimentado la sociedad a lo largo de los últimos años, con un impacto muy directo sobre los niños, vendrían a ejercer un papel capital al respecto, en lo que se contextualizarían aspectos como la fragilidad económica de ciertas familias, problemas de salud mental, rupturas y separaciones familiares conflictivas y un consumo, en realidad abuso, cada vez más feroz de las nuevas tecnologías por parte de los menores, que además han venido a transformar de modo brutal su forma de entablar relaciones y de comunicarse.

«Ahora la mejor niña o la más popular es aquella que recibe más ‘likes’ en su red social, y eso a menudo lleva a la niña a hacer ciertas cosas para captar esa atención, para lograr esos ‘likes’», comentó Rabassa, a modo de ejemplo de una problemática, la de las comunicaciones a través de la tecnología, en lo que considera tuvo un «gran influjo» el confinamiento al que obligó la pandemia de la Covid durante varios meses de 2020. «Y es algo que estamos advirtiendo ahora», abundó Rabassa al respecto.

El consumo de drogas, también muy creciente entre la juventud, al que además se prestan desde edades cada vez más tempranas, lo que hace que se estén multiplicando los cuadros de patología de salud mental entre la adolescencia y sobre todo, y de forma «alarmante», los casos de patología dual, resulta otro elemento clave para comprender el aumento de menores en situación de riesgo.

En ese orden, el director insular de Atención Social, Daniel García del Mar, hizo alusión a lo «peligroso» de haber normalizado el uso de sustancias psicotrópicas entre los más jóvenes, de lo que entiende es también «responsable» la sociedad en general.

La pornografía, en lo que asimismo se detecta una gran precocidad en el momento de iniciarse en su consumo y la facilidad que existe hoy día para acceder a ella, también se posiciona como un elemento trascendente en la desestructura psicológica del menor, sin omitir que eso les empuja a manejarse en una serie de conductas sexuales no adecuadas (que no necesariamente agresivas).

Igualmente, se localiza un aumento importante de agresiones y pensamientos suicidas entre los menores, lo que sugiere la necesidad de «cambiar el modo de tratarles».

La pérdida de autoridad de los padres, evidente en parangón a la relación padre-hijo acostumbrada en otras épocas, en lo que también tiene un gran peso la proliferación de familias monoparentales o monomarentales, se clasifica como otro factor de consideración para dar explicación al preocupante aumento de los casos de menores en situación de riesgo.

El dato

15 menores tutelados por el consell

Diez de ellos, todos entre los 12 y los 17 años, residen en la Casa de la Infancia; los otros cinco, de entre 5 y 12 años, lo hacen en el nuevo centro de acogida