La Salle de Alaior recupera el homenaje presencial a la vejez: dónde y quién acudirá

La fiesta, que se celebra el 1 de mayo, volverá a reunir a más de 400 personas en la sala polivalente del centro

Imagen del último homenaje presencial, celebrado en 2019

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La sala polivalente del Col·legi La Salle de Alaior volverá a llenarse este año de experiencia y sabiduría. La Apima del centro, junto con la comisión organizadora formada por antiguos alumnos, recupera el tradicional Homenatge a la Vellesa después de dos ediciones sin poderse celebrar en todo su esplendor y sentimiento.

Hay que recordar que tras la pandemia sanitaria por la covid-19, la Apima decidió que en los años 2021 y 2023 (es un evento bienal) el homenaje se trasladase a cada casa para mantener la llama de la celebración, pero evitando posibles contagios entre personas de riesgo frente a la enfermedad. Por eso, los voluntarios repartieron coca i xocolata domicilio por domicilio.

Pero este año la fiesta, que se celebra el día 1 de mayo, volverá a reunir a más de 400 personas en la sala polivalente del centro. Además de saborear un desayuno menorquín, los asistentes tendrán de nuevo la oportunidad de reencontrarse con compañeros de vida y rememorar momentos y aventuras que, sin duda alguna, les llenan de alegría. Además, se hace una mención especial a aquellos alaiorenses que entran en el grupo de oro de los centenarios. La fiesta acabará amenizada por Joana Pons que ofrecerá un sabroso plato de música tradicional menorquina.

El homenaje, que este año cumple ya la 26 edición, se celebra desde el año 1973 y el objetivo es loar el papel de los mayores de Alaior, pilares fundamentales de la sociedad.

Un centenar de nonagenarios

Teniendo en cuenta que la franja de población de octogenarios y nonagenarios crece, la organización invita a desayunar a los mayores de 82 años para llegar a homenajear, en años próximos, a los alaiorenses que tengan más de 85. El espacio disponible no permite crecer más.

Como curiosidad, en sus inicios el Homenatge se celebraba en el pasillo del centro. Hoy ya se invitan a 400 personas de 82 o más años y, de estos, hay un centenar que tiene más de 90.