Los cinco bloques inacabados en Menorca generarían un mínimo de 50 viviendas

No atraen a los inversores porque su rentabilidad baja, al tener que transformarse en pisos a precio limitado

El ‘esqueleto’ en la rotonda de la Ronda de Ses Costes, en Es Mercadal, tiene abierto un expediente de disciplina urbanística. | Foto: Josep Bagur Gomila

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Los cinco edificios inacabados y con la licencia caducada que se identificaron el año pasado en Menorca, al ponerse el foco en su posible recuperación para vivienda asequible gracias al decreto ley 6/2023, siguen exactamente igual, abandonados.

Eso pese a que su potencial para generar pisos no es desdeñable, con ellos se podría poner en el mercado «un mínimo de 50 viviendas para Menorca», según la superficie de cada una de ellas, por ejemplo, en el gran edificio de la rotonda de la Ronda de Ses Costes, en Es Mercadal, «saldrían seguro veinte viviendas». Quien realiza el cómputo es Germán Rocha Betancur, promotor y experto en derecho inmobiliario, uno de los impulsores de la promotora de vivienda asequible Grup Ambtú, con sede en Manacor.

Rocha ha elaborado un informe sobre los edificios abandonados en Balears, ha contabilizado 227, incluidos los cinco de Menorca –se reparten entre Es Mercadal (2), Es Castell (2), y Alaior (1)–, y ha hecho el cálculo de que esos bloques a medias, en un momento de grave crisis habitacional en las Islas, podrían ayudar a poner en alquiler 900 pisos.

Ese documento lo entregó al Govern con la idea de que este compre los edificios inacabados y, mediante concursos, los ceda después por un largo periodo de tiempo, 50 o 60 años, de modo que los promotores puedan rehabilitarlos, sacarlos al mercado a precio limitado y al mismo tiempo, recuperar su inversión y obtener una rentabilidad. De otro modo, estos restos de sucesivas crisis inmobiliarias, no están resultando atractivos, es lo que sucede, a su juicio, en Menorca.

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«Los propietarios de esos edificios sin acabar piden demasiado, a los promotores no les sale a cuenta hacer vivienda protegida o vivienda a precio limitado porque las rentabilidades bajan, así que se van a quedar parados», afirma Rocha, quien también considera «un error» que muchos ayuntamientos menorquines hayan decidido no acogerse al Decreto-ley 6/2023 «para que esas edificaciones, si están fuera de ordenamiento, se puedan acoger y así crear vivienda más rápido».

Este promotor considera que desbloquear suelo para construir es «una solución a largo plazo» pero mientras tanto las necesidades de los residentes están ahí ya, son un problema presente y que va en aumento, por lo que la recuperación de estas estructuras ya comenzadas permitiría poner pisos en el mercado a corto plazo, rehabilitando y sacándolos al alquiler.

El inventario realizado por este promotor y experto inmobiliario es resultado de un trabajo que empezó en 2020, cuando el problema de la vivienda empezaba a manifestarse pero no era tan profundo como en la actualidad. «Llevamos años analizando este tipo de construcciones y cómo eliminar esos edificios tóxicos de los núcleos urbanos», asegura Rocha. Son construcciones que se están «desperdiciando», subraya, además de perjudicar estéticamente las zonas en las que se encuentran, que se revalorizarían si estas obras inconclusas pudieran recuperarse y convertirse en hogares. La idea, explica el promotor, implica que las edificaciones inacabadas que compre el Govern, para luego cederlas mediante un concurso público transparente, subraya, es que retornen al parque público de vivienda cuando se finalizara dicha concesión a largo plazo.

El promotor ha presentado su informe a la Conselleria de Vivienda y aguarda una respuesta. Sobre cómo fue acogido por este departamento, declara que «me dijeron que lo iban a estudiar».

De los tres municipios menorquines que tienen edificios obsoletos, dos se han acogido al decreto de medidas urgentes, son Es Castell –excepto en el punto relativo a permitir crecer en altura–, y Alaior. Es Mercadal tiene pendiente un estudio para analizar las implicaciones que supondría aplicar el decreto en su municipio, de momento no lo hace. En Es Castell los dos inmuebles, uno en la calle Sant Bernadí y otro en la calle Maó, siguen igual, «no hemos detectado interés en seguir la obra», afirman desde la Concejalía de Urbanismo. En Alaior, en los pisos de la avenida Verge del Toro, tampoco se ha movido nada. En Es Mercadal, el edificio de la Ronda de s’Estància lo compró una constructora local pero no se ha reanudado, aguarda la licencia municipal.

El Decreto-ley de 2023 no ha servido para reactivar estas promociones

El Decreto-ley 6/2023, de 2 de octubre, de medidas urgentes en materia de vivienda, no ha supuesto un cambio en los ‘esqueletos’ que afean los cascos urbanos de algunas poblaciones y están desaprovechados. La norma incluye las edificaciones inacabadas con licencia caducada en el grupo de medidas para crear nuevas Viviendas a Precio Limitado (VPL), dentro de la edificabilidad permitida por el planeamiento. Amplía lo que ya preveía el Decreto-ley 3/2020 para crear vivienda protegida y así poder edificar VPL. Se trata de bloques con la estructura finalizada y que requieren una nueva licencia urbanística porque ya se ha excedido el tiempo máximo fijado en su primera licencia. Todas las viviendas resultantes serán protegidas o VPL.

Las claves
  1. 227 en Balears

    El estudio de Germán Rocha identifica 227 edificios en Balears cuya estructura se levantó pero quedaron abandonados por diferentes motivos, algunos por problemas urbanísticos otros, víctimas de las crisis inmobiliarias. En Menorca hay cinco.

  2. Inmuebles por islas

    El municipio con más edificios abandonados obsoletos es Manacor, con 87, seguido de Palma, con 49 y Felanitx con 21. En Mallorca hay un total de 210 inmuebles obsoletos, en Eivissa se contabilizan doce. Menorca es la isla que menos ‘esqueletos’ tiene.