El GOB denuncia falta de transparencia en grandes proyectos náuticos en el puerto de Maó

Alerta del grave riesgo ambiental que representan dos proyectos de alto impacto en la rada mahonesa

Imagen de archivo de los amarres de Sa Colàrsega del puerto de Maó. | Foto: Archivo

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El GOB ha expresado su preocupación por la falta de respuesta institucional a las alegaciones presentadas en relación con dos grandes proyectos de reordenación náutica en el puerto de Maó, así como por la opacidad en el acceso a la información pública. Según la organización ecologista, la Autoridad Portuaria de Baleares no ha respondido ni a las alegaciones ni a las peticiones formales para consultar los documentos finales de las licitaciones.

Uno de los proyectos es la reordenación de la zona de sa Colàrsega, donde se prevé la instalación de dos plantas desalinizadoras que verterían al puerto unos 52,5 metros cúbicos diarios de salmuera, «sin contar con una evaluación de impacto ambiental», subraya el GOB. La entidad advierte que «este vertido podría dañar gravemente las comunidades marinas del puerto».

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También se contempla el dragado de 2.500 metros cúbicos de sedimentos, «algunos con concentraciones elevadas de metales pesados como cobre, mercurio, plomo y tributilestaño». La falta de información sobre el destino de estos residuos y las medidas de seguridad durante su extracción alarma al GOB, que además denuncia el aumento de más de 2.000 metros cuadrados en la ocupación de lámina de agua «sin que se haya realizado la correspondiente evaluación ambiental, exigida por la normativa autonómica».

Ell GOB critica, asimismo, la licitación para gestionar los amarres de la orilla norte del puerto de Maó, que permitiría la ampliación de hasta 250 nuevas plazas, «pese a que estudios anteriores ya señalaban que el litoral menorquín había superado su capacidad de carga náutica desde 2010». Esta expansión afectaría áreas tradicionalmente dedicadas al cultivo de marisco y ecosistemas bien conservados de la bahía, insiste la organización ecologista, y, una vez más, denuncia, se planea instalar desalinizadoras sin detallar cómo se gestionará la salmuera.

La entidad considera «inaceptable» el silencio administrativo por parte de la Autoridad Portuaria de Balears, recordando que se trata de una entidad pública que debería garantizar la transparencia y la participación ciudadana en los procesos que afectan al medio ambiente. «El puerto natural de Maó no puede ser tratado como una escollera moderna», advierte el GOB, que insiste en que esta opacidad no solo vulnera el derecho a la información ambiental, sino que pone en peligro uno de los ecosistemas litorales más frágiles y valiosos de Menorca.