La mengua del nivel del agua obliga a intervenir en S’Albufera des Grau

El índice hídrico, el más bajo desde 2000, motiva la apertura de la gola para abrirla al mar

Un primer planos de S’Albufera des Grau, que valen para constatar que su nivel de agua ha decrecido. Hasta -26 centímetros en relación al límite del mar | Foto: Javier Coll

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La mengua en el nivel de agua que advierte S’Albufera des Grau –de hasta -26 centímetros en relación a la altura del mar durante el recién terminado mes de abril, el más bajo desde el año 2000– ha motivado una actuación en la misma, impulsada por la conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern.

El objetivo es restablecer una proporción correcta de los niveles de agua, lo que es fundamental para mantener el equilibrio ecológico y salvaguardar y favorecer el ciclo biológico de las especies que habitan en la laguna del parque natural situado al noreste de la Isla.

Detalle de la intervención, ayer, que se ha iniciado para unir el mar de Es Grau con la Albufera. Foto: Javier Coll

El proceso, no novedoso, que consiste en conectar la gola con la albufera para permitir que ésta acumule agua de mar de forma controlada, se acomete con una máquina retroescavadora, que estará operativa tanto como cuanto tiempo sea necesario.

Causas

Las causas de este decrecimiento del nivel de agua de la laguna son varias, según detallan técnicos de la conselleria, entre las que se cuentan: el largo periodo en que se ha mantenido desconectada del mar; que durante el curso previo, 2023-24, llovió por debajo de la media, lo que tiene todavía consecuencias en el presente; o lo elevado de las temperaturas, sobre todo a lo largo de los últimos tres años –lo que provoca que aun lloviendo cierta cantidad, al hacer más calor, llegue un volumen de agua menor a la albufera, puesto que esta se evapora o la capta la amplia arboleda que flanquea la laguna.

Otro factor de gran incidencia en la bajada del nivel de agua de la Albufera es que la zona, en los últimos meses, no ha experimentado ninguna tormenta torrencial, lo que sí ocurrió en otoño de 2021 –y por ejemplo la DANA que arrasó en Es Mercadal y Alaior en agosto de 2024, habría sido positiva en el parque natural de Es Grau.

En lo que concierne a los índices de salinidad de la albufera, según los análisis de este mes, son actualmente de 23 gramos por litro, elevados para este momento del año –en abril pasado era de 16 g/l–, pero en ningún caso alarmantes, puesto que se trata de un rango tolerable para la mayoría de especies que viven en la laguna.

Las especies que en cambio no puedan tolerar esos niveles, aparecerán de nuevo una vez baje la salinidad, en lo que es la dinámica propia de una laguna que se conecta con el mar, precisan técnicos de la conselleria, desde donde además se pone en valor la gestión realizada en las últimas tres décadas, que ha permitido tener en ese trecho unos márgenes inferiores a épocas pretéritas.

En cuanto a los niveles de oxígeno de S’Albufera, en el presente serían los adecuados para asegurar la supervivencia de los animales que la habitan, especialmente los peces o la sargantana endémica, si bien no se puede descartar que a medida que el verano se aproxime decrezcan, más si cabe en la parte de la gola, a lo que también responde la intervención para unir esta con el mar.

El apunte

Lo positivo de una DANA y una buena producción agrícola este año

Lo que en algún enclave fue dramático, en otro se habría advertido como agua de mayo –aunque ocurrió en agosto. Referimos a la DANA que en verano del año pasado arrasó en Es Mercadal y Alaior. De haber arreciado sobre S’Albufera, con toda probabilidad su nivel de agua sería hoy el adecuado y no urgiría abrir el canal para unirla al mar, estiman desde la conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern. En cualquier caso, significar que la cantidad de lluvia caída en la Isla este curso 2024-25 se enmarca dentro de unos márgenes normales, lo que motiva que la producción agrícola de este año esté siendo positiva, puesto que la mayor parte del agua ha podido ser aprovechada por el sector primario, en contraste a la poca cantidad que ha fluido por los torrentes, que es la que llega a la albufera. La coyuntura de este año, y así lo provoca la variabilidad del clima mediterráneo, es particular, aunque no inédita; cuando arrecie alguna tormenta torrencial, la situación se normalizará otra vez, lo que no rebaja la importancia de optimizar ese agua gestionando correctamente las compuertas que se proyectan para el Prat de S’Albufera.