El Splash desoye al Consistorio y abre sus puertas: Loles Tronch anuncia una clausura forzosa

La alcaldesa anuncia una inspección y el inicio del procedimiento para cerrar el parque acuático

Primeros clientes del parque acuático esta temporada, ayer a las 10 horas | Foto: Gemma Andreu

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El parque acuático Splash Menorca, ubicado en la urbanización de Biniancolla, abrió ayer sus puertas y recibió a sus primeros clientes a pesar de que el Ayuntamiento de Sant Lluís sostiene que no puede hacerlo al carecer de la preceptiva licencia de actividad, anulada en cumplimiento de una sentencia judicial que anulaba la declaración de interés general en que esta se basó. En consecuencia, ahora se pone en marcha el procedimiento para llevar a cabo la clausura forzosa de las instalaciones, según afirmó la víspera la alcaldesa Loles Tronch.

A las 10 horas de ayer, primer día de mayo y por tanto dentro del periodo habitual de apertura, llegaban puntuales los primeros clientes al Splash. Los más tempraneros lo hacían mediante taxi, desde fuera del alojamiento hotelero al cual está vinculado. Entre el goteo posterior de usuarios, el parque vivía el ajetreo propio de un primer día de temporada, con los últimos retoques, el personal incorporándose y los máximos responsables de la empresa propietaria allí presentes.

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Horas antes, en el pleno del miércoles y en respuesta a una pregunta formulada por Emma Navarro, de Volem Sant Lluís, la alcaldesa Loles Tronch afirmó que el Ayuntamiento de Sant Lluís va a realizar una inspección para certificar que el Splash ha abierto. El siguiente paso es que un ingeniero municipal redacte un informe dando fe de esta circunstancia y, luego, «actuaremos en consecuencia», lo que significa clausurar la instalación con los plazos que marca la normativa.

Esto es así, argumentó, porque «la actividad no se puede mantener. No tienen licencia, no pueden abrir». Tronch considera plenamente válida y efectiva la resolución de cierre del parque acuático emitida el junio pasado y que quedó en suspenso por las medidas cautelares instadas desde la propiedad, que ya han decaído, y porque todas las peticiones al respecto de la empresa se han denegado. Su último intento fue acogerse a una licencia temporal que recoge la ley autonómica de simplificación administrativa, pero el Consistorio entendió que no se cumplían los requisitos. La discusión está en si el parque es o no imprescindible para la actividad del hotel al cual está vinculado.