¿Qué hacer con la basura cuando cierre Milà? Prohens aborda con los consells la gestión de residuos

La ley que obliga a reducir un 75 por ciento los vertidos actuales conduce a buscar alternativas, como incinerar en Mallorca o construir una planta aquí

Una excavadora en el vertedero de Milà

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En un plazo de cinco años Menorca deberá reducir un 75 por ciento la cantidad de basura que se entierra actualmente en el vertedero de Milà. Un objetivo inasumible incluso en caso de que la recogida de basura puerta a puerta para fomentar reciclaje se extienda a toda la Isla. Esta será la cuestión central encuentro de presidentes insulares convocado el próximo lunes en Eivissa.

La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha convocado al presidente del Consell de Menorca, Adolfo Vilafranca, y sus colegas de Mallorca, Eivissa y Formentera para abordar, entre otros aspectos, el futuro de la gestión de residuos o la inmigración.

El actual modelo de vertederos que se aplica en las islas menores está sentenciado por la ley balear de residuos y suelos contaminados, que recoge los hitos temporales marcados por la Unión Europea. En ella se limita drásticamente la cantidad de basura que puede terminar enterrada.

Eivissa, que tiene el vertedero de Ca na Putxa al límite de su capacidad, es la isla con un problema más acuciante. Pero también Menorca ha empezado a explorar alternativas, que pueden pasar por el envío de la basura que no se pueda reciclar a la incineradora de Son Reus, en Mallorca, o la construcción de una planta incineradora en Milà.

«Un problema muy grave»

El vicepresidente del Govern, Antoni Costa, ha confiado en que la reunión servirá para cerrar un acuerdo que permita solucionar el «problema muy grave» que supone la perspectiva del cierre del vertedero de Eivissa en un plazo corto.

Además, en la Conferencia de Presidentes se tratarán otras cuestiones como la regulación de la entrada de vehículos en las islas, las inversiones en carreteras y la situación del transporte público.

Otro asunto relevante, que ya monopolizó la última reunión de los presidentes insulares, será la «crisis migratoria», un problema agravado por la pasividad del Gobierno central, ha remarcado el portavoz del Ejecutivo autonómico.