Tecnología punta para facilitar la detección de enfermedades cardiovasculares en Menorca

Los centros de atención primaria y el 'Mateu Orfila' se reparten nueve equipos de la prueba índice tobillo-brazo (ITB)

La incorporación de esta tecnología mejora la comodidad tanto para el personal sanitario como para los pacientes | Foto: Área de Salud de Menorca

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El Área de Salud de Menorca da un paso adelante en la prevención y diagnóstico de enfermedades cardiovasculares con la incorporación de nueve dispositivos de última generación para realizar la prueba del índice tobillo-brazo (ITB). Esta técnica, rápida y no invasiva, permite detectar de manera precoz la enfermedad arterial periférica (EAP), una patología que puede pasar desapercibida en buena parte de la población.

La inversión, que ha supuesto un coste aproximado de 32.000 euros, permitirá equipar tanto el Hospital Mateu Orfila como varios centros de atención primaria de la Isla para reforzar la atención sanitaria en el ámbito de la salud cardiovascular.

La prueba ITB compara la presión arterial en el tobillo y en el brazo, proporcionando información crucial sobre la circulación sanguínea en las extremidades inferiores. Hasta ahora, se realizaba con un tensiómetro y una ecografía Doppler, un procedimiento que podía alargarse hasta diez minutos y requería preparación previa del paciente.

Los nuevos dispositivos agilizan este proceso gracias a un sistema de cuatro brazaletes inalámbricos conectados a una tableta electrónica. La medición simultánea de brazos y piernas reduce el tiempo de la prueba a apenas tres minutos, sin necesidad de reposo, y mejora la comodidad tanto para el personal sanitario como para los pacientes.

Más allá de su utilidad directa en la detección de EAP, esta prueba es también un indicador precoz de otras enfermedades cardiovasculares como la enfermedad arterial coronaria (EAC) y la enfermedad cerebrovascular (ECV), responsables de infartos y accidentes cerebrovasculares. Su uso generalizado puede contribuir a reducir significativamente estos riesgos en la población.

La importancia de estas medidas se hace aún más evidente si se tiene en cuenta que alrededor del 70 por ciento de los pacientes con EAP no son conscientes de su condición. Factores de riesgo como el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto aumentan las probabilidades de desarrollar esta enfermedad silenciosa.