Avance en la genética de los menorquines: los linajes Marquès, Coll y Sintes proceden de un solo ancestro

Un estudio de la UIB determina que la mayoría de los individuos con estos apellidos son monofiléticos, mientras que los Pons y Gomila presentan «evidencias claras» de procedencia diversa

Los apellidos estudiados son algunos de los más frecuentes entre la población menorquina. Algunos fueron implantados por un único individuo y otros llegaron de la mano de numerosas personas | Foto: Josep Bagur Gomila

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Un estudio del Grup de Genètica Humana i Evolutiva (HeGen) de la Universitat de les Illes Balears, revela que «la mayoría» de los menorquines apellidados Marquès, Sintes y Coll son monofiléticos. Es decir, que los que comparten apellido descienden genéticamente de «una sola línea fundadora», de un único individuo que llegó a la Isla a partir de la conquista del rey Alfonso III, en 1287. Por contra, se confirma que otros dos linajes muy extendidos en Menorca como son Pons y Gomila, proceden de diversas estirpes, mientras que existen «incongruencias» con relación al apellido Moll.

Estas son, a grandes rasgos, las conclusiones a las que han llegado la doctora en Biología y catedrática de Genética, Antònia Picornell; la doctora en Ciencias y catedrática de Genética, Cori Ramon Juanpere; y la investigadora principal del proyecto, la doctora en Biotecnología, Genética y Biología celular, Joana Francesca Ferragut. Ha sido en el marco de un estudio en el que también ha participado la doctora en Biotecnología Aplicada, Marta Bassitta, y que cuenta con el apoyo del Institut Menorquí d’Estudis (IME), sobre la diversidad genética entre los cromosomas Y ligados a los seis apellidos más comunes de Menorca.

La primavera de 2021 hicieron una campaña para recoger muestras de ADN de menorquines, cuyo primer apellido fuera Pons, Marquès, Coll, Moll, Sintes o Gomila, con el fin de conocer su origen y si tienen una procedencia única o, si por contra, arribaron a la Isla desde diferentes lugares y momentos a lo largo de la historia.

Las científicas obtuvieron 101 muestras, de 30 individuos apellidados Pons, 20 de Gomila, 15 de Sintes, 14 de Moll, 13 de Coll y 10 de Marquès. Y se compararon con una muestra de 64 individuos de población menorquina general y anónima, del banco de genética de la UIB, que sirvió de población de control.

Marcadores

Joana Francesca Ferragut explica que el ADN contiene una serie de marcadores genéticos, algunos de los cuales permiten saber si los cambios que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo, son recientes o más lejanos, o si sufrieron migraciones más ancestrales, a medida que se producía la dispersión de la población por el planeta. Se refiere a los marcadores SNP (single nucleotide polymorphisms), que tienen una tasa de mutación baja, lo cual indica que «los cambios aparecen muy lentamente a lo largo de la evolución del hombre».

Por otro lado, los marcadores STR (short tandem repeats), varían con más facilidad, «permiten conocer la historia más reciente de las poblaciones» y también «identificar el alelo [la forma del gen] concreto que presenta cada individuo en cada STR».

De ahí se obtienen los haplotipos, «el conjunto de alelos que se heredan de manera conjunta de padres a hijos, en que los cambios solo los originará una mutación», aproximadamente cada veinte generaciones. Eso sería cada 700 años, lo que coincidiría «con el momento en que se empezaron a establecer los apellidos» en la Isla.

Con estas premisas, las investigadoras han estudiado 17 marcadores STR del cromosoma Y, que se hereda de padres a hijos (no, entre madres e hijas), para, así, valorar la diversidad genética de los menorquines, comparándolos con los que llevan alguno de los seis apellidos analizados.

Para Joana Francesca Ferragut, las conclusiones obtenidas son «las esperadas», pues los apellidos más comunes tienen más diversidad. Es el caso más evidente es el de Pons, el más extendido en Menorca, del cual se confirma que se instaló en la Isla con la llegada de numerosos portadores de este linaje, a lo largo de los años.

Este es un caso opuesto al de Marquès, donde la genética de los portadores que participaron en el estudio indica un origen común. Así, parece que hay «evidencias de que, tras la conquista de Menorca, llegó un único Marquès, del cual descienden todos los que se apellidan así», con la excepción de un individuo, donde sus genes no se corresponden, lo que indicaría que en algún momento hubo una adopción, un hijo ilegítimo o algún cambio por motivos varios (herencias, ...).

Las investigadoras y el IME organizarán próximamente una charla para exponer los resultados del estudio y una jornada sobre onomástica.

La genética de los Marquès es propia del norte de África

El estudio del Grup de Genètica Humana i Evolutiva (HeGen) de la UIB sitúa el origen genético de los portadores del apellido Marquès en el norte de África. Esto los diferencia de las otras cinco estirpes analizadas —Pons, Sintes, Moll, Coll y Gomila—, que tendrían un origen europeo, ya que comparten los rasgos característicos.

Las investigadoras han hallado diez haplogrupos diferentes (grupos de haplotipos con un origen evolutivo común) en la población de control (muestra representativa de la población de Menorca, independientemente de sus apellidos). Entre estos, el más frecuente es el R1b, presente en el 64 por ciento de los casos y el más común en la población de Europa occidental, y prácticamente ausente en Oriente Medio, Cáucaso o Asia occidental.

En el caso de los menorquines, el haplogrupo R1b «es predominante o único en cuatro de los seis apellidos», de manera que «todos los individuos estudiados de los linajes Gomila y Moll pertenecen a este haplogrupo». Mientras, «en los apellidos Pons y Sintes este haplogrupo representa un 97 por ciento y un 87 por ciento respectivamente».

Por contra, «el apellido Marquès presenta como haplogrupo mayoritario el E1b1b (89 por ciento), lo que podría indicar un origen africano de los fundadores de este haplogrupo», el cual «es propio y muy común de zonas como el norte de África.

Los apellidos

Pons

Se han identificado dos haplotipos fundadores, con tres o más individuos, uno de ellos con miembros situados a una o dos mutaciones de distancia. Indicaría que el linaje llegó a la Isla a través de diferentes hombres y momentos.

Sintes

Apellido monofilético. La mayoría de Sintes proceden de un haplotipo fundador, del que derivaron los demás, aunque dos individuos no siguen este patrón y pueden ser descendientes de otro individio de origen distinto, o ser paternidades no naturales (adopciones).

Moll

Se identifica un haplotipo fundador, pero hay cuatro individuos cuyo ADN ha mutado mucho y serían necesarios estudios más profundos para determinar su procedencia.

Marquès

Apellido monofilético, con marcadores propios del norte de África. Todos los Marquès descienden del mismo ancestro, salvo uno, que podría ser un Marqués de otro punto de la península.

Coll

Caso particular de apellido monofilético. Los marcadores de todos los individuos son distintos a la población de control, salvo uno, y hay otro con un haplotipo a cuatro pasos mutacionales.

Gomila

Hay tres haplotipos fundadores. Indicaría que su arraigo en la Isla procede al menos de tres hombres, pero con distancias genéticas cortas, por lo serían parientes cercanos.