El Consell de Mallorca abre la puerta a incinerar la basura de Menorca que ahora se entierra en Milà

La planta de Son Reus de Palma recibirá los residuos de Eivissa a través de una prueba piloto, mientras Menorca estudiará si también envía la basura fuera o construye una incineradora propia

El acuerdo abre la puerta a que Menorca también envíe los residuos que actualmente se entierran en Milà a la planta de Son Reus | Foto: Josep Bagur Gomila

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Los consells de Eivissa y Mallorca anunciaron ayer un acuerdo para que la planta incineradora de Son Reus, en Palma, reciba los residuos producidos en el vertedero de Ca na Putxa, situado en la isla de Eivissa, que está llegando a su límite de capacidad.

La posibilidad de trasladar residuos desde Eivissa a Mallorca lleva meses encima de la mesa, y aunque en un primer momento el Consell de Mallorca se había mostrado reticente, finalmente ha dado luz verde a la operación.

De este modo, el acuerdo abre la puerta a que Menorca también envíe los residuos que actualmente se entierran en Milà a la planta de Son Reus, una posibilidad que el presidente Adolfo Vilafranca confirmó que se estudiará.

Prueba piloto

El acuerdo entre Eivissa y Mallorca fue anunciado ayer por la presidenta del Govern, Marga Prohens, después de la tercera conferencia de presidentes de la legislatura, que se celebró en la pitiusa mayor.

Prohens explicó que la prueba piloto que se pondrá en marcha para trasladar los residudos de una isla a otra en barco, incluirá una compensación plurianual de 50 millones de euros, que el Govern balear transferirá al Consell de Mallorca para compensar el coste de la infraestrucrura de Son Reus, que hasta ahora han asumido en solitario los ciudadanos de Mallorca.

Además, esta aportación permitirá reducir en un diez por ciento la tarifa de incineración de la planta, que actualmente es de 114 euros por tonelada. La reducción de la tarifa que los ayuntamientos de Mallorca pagan a Tirme, la empresa concesionaria de la planta de Son Reus, era una promesa electoral del PP y Vox, que ahora podrá hacerse efectiva a partir de 2026. En este sentido, el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Marí, remarcó que «el acuerdo será beneficioso para los ciudadanos de Balears, porque permitirá reducir la tarifa para todos».

Por su parte, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, aseguró que el pacto demuestra que «Balears es una comunidad unida» y destacó que Mallorca da solución a un problema de ámbito autonómico. También puso en valor el ingreso extraordinario que recibirá Mallorca por parte del Govern, así como el aumento de ingresos que se generará con el incremento en la producción de energía.

Finalmente, el presidente del Consell de Menorca, Adolfo Vilafranca, volvió a advertir que el vertedero de Milà está llegando al límite que marca la normativa, aunque aseguró que la Isla todavía tiene margen para adoptar medidas. «Pronto tendremos que elegir entre trasladar los residuos fuera de Menorca o encontrar una solución dentro de la Isla, ya sea la incineradora u otra alternativa tecnológica», señaló.

«Las dos soluciones se pueden estudiar, y aunque tenemos un contrato a largo plazo, pensamos que es necesario abordar una solución de futuro. En breve iniciaremos los estudios técnicos para decidir cuál es la mejor opción para Menorca», añadió.

En 2015 la clausura de Milà ya obligó a enviar los residuos a Mallorca

El envío de residuos desde Menorca a la isla vecina para su tratamiento tiene un precedente. Durante los primeros siete meses de 2015, la paralización de los vertidos en Milà a causa de unas filtraciones obligó a trasladar a Mallorca los residuos que no se podían reciclar mientras se realizaban las reparaciones. Para ello se utilizaron barcos de distinta capacidad, empleando tanto la ruta Ciutadella-Alcúdia como la de Maó-Palma. Se enviaron un total de 4.984,94 toneladas, con un coste de tratamiento de 720.194 euros. El coste total, incluyendo el transporte, ascendió a 2,2 millones de euros.