El Camí de Maó será una vía de salida de la ciudad, y no de entrada

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El Camí de Maó cambiará su sentido de circulación en el plazo de poco más de un año para evitar que los coches que llegan a Ciutadella desde Maó a través de la carretera general accedan directamente hasta Ses Palmeres. Tener el Camí de Maó de salida y no de entrada a la ciudad los desviará hacia los aparcamientos disuasorios para que los visitantes estacionen sus vehículos en la periferia y no lleguen con ellos hasta el centro.

La redirección del Camí de Maó para que sea solo de salida, ya prevista en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), se llevará a cabo cuando concluyan las obras de renovación del alcantarillado y otras infraestructuras que se quieren iniciar este otoño.

La medida vendrá acompañada de un refuerzo de cartelería que, al llegar a la Rotonda des Cavall, reconduzca la circulación a ambos lados hacia rutas alternativas de tráfico.

En esta segunda fase también se modificarán las tarifas de estacionamiento en la zona azul para abaratarla a los residentes y encarecerla considerablemente a los visitantes, con el objetivo de que la mayor parte de los coches que circulen y estacionen a lo largo de Sa Contramurada sean de Ciutadella.

Todas estas medidas deberán ir cobrando forma a partir de este mismo verano, cuando se testará el efecto real que comportará la peatonalización de la Plaça des Born en el momento álgido de tráfico por la temporada turística.

Activará la zona azul en La Pau para propiciar mayor rotación de coches

La nueva gran bolsa de estacionamiento que se empezará a habilitar mañana en Sa Coma, con 250 plazas, permitirá compensar en parte los aparcamientos que se pierden con la peatonalización de Es Born.

En paralelo, el Ayuntamiento activará las reservas de zona azul de la plaza de La Pau donde, pese a estar pintadas como tal, durante estos últimos años se ha podido aparcar de forma gratuita. De esta manera, propiciará una mayor rotación de vehículos en estas 245 plazas situadas detrás del OAR.

También se espera un mayor uso de otros aparcamientos públicos, como el de Dalt Sa Quintana (292 plazas para coches y 33 de motos), así como los de Santa Rita y el Camí Vell (junto al cementerio), a la espera de que se pueda construir otro junto a la nueva estación de autobuses de la Vía Perimetral.