Alquiler de piscinas por horas: la última tendencia para sacar partido a los chalés de Menorca

Cada vez más propietarios monetizan las piscinas de sus viviendas por horas a través de plataformas colaborativas en medio de un vacío legal

Binibèquer Vell y Punta Prima son dos localidades donde este modelo ya se ha consolidado | Foto: FREEPIK

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Alquilar piscinas privadas por horas. Es la última tendencia para sacar partido a los chalés y ganar dinero extra de manera ágil. Una práctica que gana fuerza en España y también en Menorca, donde ya hay propietarios registrados en plataformas colaborativas que promueven este fenómeno. Se trata de anfitriones que monetizan las piscinas de sus chalés por horas a usuarios que buscan espacios tranquilos donde pasar el tiempo en familia y amigos o celebrar momentos íntimos.

Cumpleaños, reuniones familiares, baby showers, encuentros con amigos o teambuildings de empresas son algunos de los eventos que más empujan a los clientes a querer disponer de un espacio privado y exclusivo por unas horas. Frente a las alternativas tradicionales de ocio, la opción de alquilar una piscina privada resulta más atractiva porque en la mayoría de las reservas se puede acceder al jardín y usar una barbacoa o incluso una zona chill-out.

Costa de Sant Lluís

Binibèquer Vell y Punta Prima son dos localidades donde este modelo ya se ha iniciado, con propietarios que ponen a disposición de los usuarios sus piscinas mediante alquileres por horas para todo tipo de eventos. De hecho, la plataforma de alquiler de piscinas y espacios privados Cocopool, que cuenta con más de 500 anfitriones, dispone de dos ofertas en la costa de Sant Lluís.

«Nuestra piscina es el lugar perfecto para relajarte y disfrutar del sol mediterráneo, rodeada de jardines y vistas parciales al mar, con terraza y barbacoa. Ideal para familias, amigos o parejas que buscan un refugio tranquilo, lejos del bullicio», reza el anuncio que oferta una piscina privada en Binibèquer Vell a partir de 30 euros por hora. En función del número de personas que reservan el espacio, la tarifa sube y alcanza los 150 euros por hora si el grupo lo forman entre 21 y 25 personas y llega a los 350 euros por hora si el grupo consta de más de 51 personas.

El otro anuncio, que se refiere a una piscina privada en Punta Prima, pone a disposición de los usuarios el espacio exterior de la casa con tumbonas y sombrillas, mesa con sillas, zona sombreada con chill-out, barbacoa e instalaciones como una mesa de ping-pong y billar. «Es ideal tanto para venir con familia como con amigos, invita a la desconexión total y está muy cerca de la playa», añade. En este caso, el precio base son 29 euros por hora para grupos de entre 1 y 5 personas, 36 euros por hora para grupos de entre 6 y 10 personas y el máximo, 54 euros por hora, para grupos de entre 11 y máximo 15 personas.

El 'Airbnb' de las piscinas

Este tipo de plataformas que convierten las piscinas privadas en el negocio del verano se inspiran en otras como Airbnb, que se ha posicionado como uno de los canales favoritos de los viajeros para encontrar alojamientos asequibles y que está bajo la lupa por aquellos alojamientos vacaciones ilegales que desafían a la normativa. Precisamente, Airbnb eliminará los anuncios de Menorca que sean claramente ilegales a petición del Consell para frenar el alquiler turístico ilegal en la Isla.

En el caso del alquiler de piscinas privadas, no hay una normativa específica en España que establezca, por ejemplo, qué medidas de seguridad hay que cumplir. Por este motivo, las plataformas como Cocopool cuentan con un contrato que protege a los propietarios de daños y les exime de responsabilidad civil. Además, ponen a disposición de los usuarios una guía de buenas prácticas que deben cumplir y establecen unos estándares que los anfitriones deben seguir para poder alquilar sus piscinas, como mantener la intalación en buen estado, limpia y cumplir con condiciones básicas de higiene y seguridad. Respecto a la declaración de los ingresos obtenidos como anfitrión, desde las plataformas también aluden a la responsabilidad de cada usuario.

Unos 5.000 euros por temporada

La iniciativa se dirige a propietarios que disponen de piscina y ven cómo compartirla se convierte en un negocio. A través de plataformas colaborativas, configuran sus propias normas, precios y horarios. Los ingresos medios rondan los 5.000 euros por temporada, aunque en zonas con más demanda se superan los 15.000 euros. La plataforma se lleva un porcentaje de los ingresos de cada reserva a modo de comisión y actúa como intermediaria para los pagos y contratos.