Defensa mantiene en Menorca cuatro inmuebles sin uso militar, entre ellos el polvorín de Alaior

El Ayuntamiento vuelve a reclamar la cesión al municipio de las antiguas baterías militares del Barranc d’en Rellotge, hoy en ruinas

Las instalaciones del Polvorín, situadas en el Barranc d’en Rellotge de Alaior, se encuentran en estado de abandono, con paredes llenas de grafitis, maleza y basura en los edificios | Foto: Katerina Pu

TW
7

El Ministerio de Defensa ha pasado de tener en 2021 siete inmuebles desafectados y a disposición del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) en Menorca, a un total de cuatro en la actualidad, entre los que se incluye el polvorín del Barranc d’en Rellotge, cuya cesión vuelve ahora a reclamar el Ayuntamiento de Alaior. El estado actual de las antiguas baterías militares situadas en el Barranc d’en Rellotge es ruinoso.

En los últimos cuatro años el patrimonio de Defensa se ha reducido debido a la compra por el Consell de los terrenos del aeródromo de Sant Lluís, sede del Real Aeroclub de Mahón Menorca, y del inmueble Radiofaro omnidireccional-VOR, donde se halla la estación terrestre para emitir las señales de navegación aérea.

El Ministerio se desprende de sus propiedades en la Isla en un lento goteo de operaciones, bien sea subastas o venta directa; en algunos casos las instalaciones de Defensa han ido a parar a manos privadas, como las baterías de Llucalari, Son Olivaret y Biniancolla. En esta ultima zona del término de Sant Lluís, en 2022 se subastaron y adjudicaron dos fincas colindantes con la batería de costa de Biniancolla, de 13.500 y 6.500 metros cuadrados respectivamente. El precio fue de 27.200 euros la primera y 13.200 euros la segunda.

Esos terrenos son otro de los inmuebles desafectados que salen de un listado en el que aún quedan los terrenos e instalaciones excluidos por la nueva delimitación perimetral de la Estación Naval de Mahón por la Orden ministerial de 2023; el Polvorín de Alaior; la antigua estación de fuego de torpedos, junto a la costa en terrenos militares de Sant Felip, Es Castell; y por último, la finca en la calle Ortega Monasterio número 13 de Maó, que es la parte proindivisa de suelo edificable procedente de la Unidad de Actuación UA2b Cuartel de Santiago, de la que es titular Defensa en un 40,66 por ciento. Este suelo ha salido a subasta en dos ocasiones y en ambas la puja quedó desierta.

Una montaña de escombros tapona la puerta de una de las edificaciones militares abandonadas.

En la actualidad, Invied no tiene en su lista de inmuebles a la venta ninguno ubicado en Menorca, tampoco las baterías abandonadas de Alaior. Las últimas ventas que ha realizado del patrimonio en desuso en la Isla ha sido la de un local en la calle Fort de l’Eau número 40 de Maó, calificado como de uso comercial. En esta misma calle, en el número 38, Defensa mantiene la propiedad de unos bajos que ha intentado vender mediante subasta que también ha quedado desierta hasta en dos ocasiones.

En cuanto al solar de la calle Vassallo que Defensa vendió a la entidad Sepes para construir vivienda, todavía está en proceso de adjudicación del contrato para la redacción del proyecto.

El apunte

Isa Allès, portavoz de Avançam: «La situación actual es lamentable»

El Ayuntamiento de Alaior insiste en reclamar la cesión de las baterías del Polvorín al municipio, algo que ya se anunció en 2018 pero nunca llegó a materializarse, de hecho el enclave salía entonces en la relación de propiedades de Defensa a la venta. Tras la polémica política, en la que el PPculpó al Ministerio de echarse atrás y el PSOE acusó a los populares de mentir al anunciar que el compromiso era firme, en 2023 el PP llevó a pleno la solicitud de cesión de estas instalaciones. Sin avances conocidos, ahora es una propuesta de la izquierda, de Avançam, la que ha sido aprobada por unanimidad del pleno para reclamar al Ministerio la cesión gratuita de este espacio. Avançam incide en la necesidad de proteger y poner en valor este entorno, que conecta con la cantera de Santa Ponça y es muy frecuentado por senderistas y ciclistas. «La situación actual es lamentable», asegura la portavoz municipal de Avançam, Isa Allès, «hablamos de un lugar con un gran potencial natural e histórico que merece ser gestionado de manera responsable y próxima». Su cesión, añade, «es un primer paso indispensable para recuperarlo y hacerlo accesible a toda la ciudadanía».