Los arquitectos calculan que Menorca necesita 500 viviendas al año ante el crecimiento de la población

Llorenç Seguí sustituye a Enric Taltavull al frente de la delegación en Menorca del Col.legi d’Arquitectes de Balears y confía en avanzar con las administraciones en la solución al problema de la vivienda

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Llorenç Seguí Triay presidirá la delegación en Menorca del Col.legi d’Arquitectes de Balears (Coaib) durante el próximo cuatrienio, cargo en el que releva a Enric Taltavull después de sus ocho años al frente del colectivo.

Nos reunimos con ambos en presencia de la nueva junta en la sede insular de la entidad, en Maó, en un acto que además de simbolizar el cambio de testigo sirvió para que Seguí expusiera los planteamientos que tratará de desarrollar al frente de un cargo que ya desempeñó hace un par de decenios –y que vendría para este, con matices, a apostar por el continuismo en relación a la labor de estos últimos años. Taltavull, por su parte, hizo balance de su ciclo, que ha comprendido desde julio de 2017 hasta el presente –entonces asumió la presidencia en lugar de Miquel Sintes.

Junta directiva

Significar, además, que Caterina Allès sigue como secretaria en la nueva junta directiva, donde Aina Coll –hija de expresidente– asume la tesorería. «Es importante no renovar la junta de lleno, ayuda a no perder el hilo de temas que ya se habían empezado; hace más de 30 años que estoy colegiado y siempre se hace así», destacó de inicio y sobre su grupo de trabajo Llorenç Seguí, a su vez designado por unanimidad y sin necesidad de convocar elecciones.

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Aina Coll, Seguí y Caterina Allès conforman la nueva junta.

Por su parte, Toni Vidal, que pese a algunos comentarios, nunca ha contemplado presidir el Coaib, seguirá colaborando con el colectivo, desde ahora con un nuevo ciclo de conferencias.

Llorenç Seguí, licenciado por la Universidad Politécnica de Catalunya, con despacho en Maó y residencia en Ciutadella —lo que le concede «una visión» más precisa de la realidad en los dos principales núcleos urbanos de la isla—, cuenta con una hoja de ruta que acredita trabajos y proyectos relevantes tanto en Menorca como en otros puntos del país. Seguí alaba «la labor» que, desde un ámbito cultural, ha desarrollado su antecesor. Esta ha incluido convenios de colaboración con el Ateneu de Maó y el IME, trabajos conjuntos con el GOB y otras entidades, un ciclo de conferencias sobre puertos y otro sobre patrimonio, que ha concluido recientemente. Además, desvela que su intención es mantener esa línea de trabajo.

«La arquitectura en sí es un hecho cultural, y en cierto modo, como ya se hizo con Enric (Taltavull), queremos acercar ese hecho cultural al pueblo», indica el nuevo mandatario del colegio menorquín, quien, en términos urbanísticos, partiendo de la premisa de que su profesión es la que posee un «mayor conocimiento» al respecto, orientará su mandato en «dar a conocer la opinión de los arquitectos» sobre aspectos como el crecimiento y evolución de las ciudades, como se pueden regenerar y hacer crecer las poblaciones o crear nuevos tejidos urbanos.

Crecimiento demográfico

En ese contexto, Seguí, que pone en valor «que Menorca, de las cuatro islas es la mejor conservada, también por esa protección del suelo rústico que ha sido muy importante», alude a la necesidad de buscar mejoras para algunos enclaves o urbanizaciones que «incluso carecen de alcantarillado», con su consiguiente inviabilidad para edificar, y dar con alternativas para solucionar el «evidente problema» que supone la ausencia de suficientes viviendas de perfil plurifamiliar y el encarecimiento de los pisos –que tanto él como Taltavull atribuyen más a cuestiones de crecimiento de la población que no al turismo, estimando que para equilibrar la situación habría que alzar unas 500 viviendas al año.

«Habría que hacer algo para que los menorquines y la gente que vive aquí todo el año pueda optar a una vivienda», anota, lo que pasaría por hablar con la Administración y en ese marco, Seguí alude también al gran obstáculo que significa «el exceso de normativa», además, «con muchas contradicciones», lo que dificulta o frena la toma de decisiones y ejecución de proyectos.

«Desde el colegio no podemos hacer más que denunciarlo, pero cabe dar con un horizonte en ese sentido», concluye Seguí, que en ese marco no hace distinciones y entiende que «ningún» consistorio de la Isla escapa a la crítica.

Retrasos en las licencias

No en vano, rebajar los periodos, prolongadísimos, de demora a que aboca el ayuntamiento de turno a quien solicita una licencia de obra en cualquier municipio de la Isla ha sido uno de los grandes objetivos, en el que, en cambio, no pudo apenas progresar, de Enric Taltavull, quien al hacer balance de su presidencia, reconoce que ha sido esa una «decepción absoluta», y sugiere, dada la «incapacidad» de los ayuntamientos «en poner los temas al día», el contar con una única oficina urbanística en toda la Isla.

Por contra, Taltavull se congratula de los progresos y actividad que ha habido en el tema cultural, aunque quizá algunos actos no disfrutaran de «la asistencia deseada» y ha echado algo en falta también «una mayor participación de los colegiados» en aspectos que atañen directamente a un gremio que a nivel insular, ahora, estrena presidente.