La aparición de una carabela portuguesa en Cala en Porter limita el acceso a parte de la playa

Los socorristas han acordonado la zona donde un bañista encontró el peligroso ejemplar cerca de la orilla a primera hora de la mañana

El ejemplar de carabela portuguesa hallado este viernes en Cala en Porter

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Las alarmas se han encendido este viernes por la mañana en la playa de Cala en Porter después de que un usuario observara flotando en el agua un ejemplar de carabela portuguesa (Physalia physalis) flotando. Esta especie de hidrozoo es conocida por su picadura urticante y muy dolorosa.​

El bañista puso el hallazgo en conocimiento de los dos socorristas de la empresa Marsave que trabajan en la playa. De inmediato, limitaron el acceso a la playa en la zona donde había sido avistada la carabela, ante el desconcierto de los bañistas que se encontraban en la cala del sur de Alaior.

Los profesionales de vigilancia han activado el protocolo previsto en estos casos, avisando al servicio de Emergencias 112 sobre el descubrimiento del ejemplar que ha sido retirado del mar con sumo cuidado.

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Primero se ha depositado en la arena hasta trasladarlo a un cubo con agua guardado bajo llave en su habitáculo, a la espera de la llegada de un técnico de emergencias, sin que, afortunadamente, haya llegado a picar a ninguno de los bañistas.

La carabela portuguesa hallada en Cala en Porter tenía una longitud de unos 15 centímetros, con la vela extendida, por unos 8 de ancho y otros 8 de alto.

En busca de otros ejemplares

La coordinación de Marsave ha activado los recursos de embarcaciones de que dispone la empresa, desde Cala en Porter hasta Cala Galdana para que las lanchas neumáticas y las motos de agua de estas playas, además de la de Son Bou y Sant Tomàs, recorriesen la costa en busca de otros ejemplares de esta falsa medusa que pudieran estar relacionados con la descubierta por la mañana, con resultado negativo.

El apunte

La picadura de la carabela portuguesa puede ocasionar temblores, diarrea, vómitos y convulsiones

La Physalia physalis encierra un grave peligro para los seres humanos, puesto que puede resultar tóxica por el veneno que desprenden sus largos tentáculos y cuya picadura puede ocasionar temblores, diarrea, vómitos y convulsiones, aparte de las habituales lesiones en la zona que ha mantenido contacto con el animal.

El hallazgo de la carabela portuguesa no es excepcional en la costa menorquina, aunque no sea frecuente su avistamiento. La también denominada fragata portuguesa tiene su hábitat principal en el océano Atlántico, aunque puede ser arrastrada por las corrientes a través del estrecho de Gibraltar y llegar al Mediterráneo.