La Asociación de Hortals carga contra la legalización que les brinda el PP: «No queremos las migas»

Critica que se deje fuera a los propietarios con expedientes abiertos y tener que pagar multas por infracciones prescritas

En Menorca se calcula que existen 5.000 edificaciones en núcleos de 'hortals'

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La Asociación de Hortals de Menorca afirma que el proceso extraordinario de legalización abierto por el Govern no será la solución por la que vienen clamando durante años. Critica que se deje fuera a los propietarios que tienen abierto un proceso de disciplina urbanística y que aquellos cuya infracción ha prescrito, anterior al año 2016, «tengan que pagar una multa» para poder acogerse a la regularización.

La entidad, en un comunicado público, arremete contra el Consorcio de Suelo Rústico de Menorca y califica de «vergonzosa» la «persecución» que, según sus palabras, sufren del organismo encargado de combatir las construcción es ilegales en el campo.

«En un momento en el que hay 5.000 ‘hortals’ en Menorca esta no es la manera de proceder, echamos en falta una actitud más proactiva: la Asociación de Hortals no quiere las migas, quiere que la administración se implique de verdad». Se estima que hasta 2.000 de estas propiedades quedan fuera del proceso de legalización abierto ahora.

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Expectativas incumplidas

«Seguramente había propietarios que, contra la entrada en vigor de otro equipo de gobierno», en alusión al PP, «pensaban ver grandes cambios, pero nos hemos encontrado con la misma manera de hacer las cosas». Visto lo visto, auguran que se «perpetuará la situación actual eternamente».

La Asociación de Hortals pretende que sea la administración la que ponga en marcha el plan de desarrollo de cada núcleo rural en su conjunto, más allá de que haya propietarios a título individual que logren resolver la situación de su casa con el proceso actual de regularización.

Critican que haya tres planes especiales presentados por los afectados que siguen pendientes de respuesta de los ayuntamientos «desde hace diez años». «No les interesa arreglar el problema, los hechos hablan por sí mismos», concluyen.