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La defensa cree que no hubo asesinato y alegó que no existió alevosía en los hechos

La defensa cree que no hubo asesinato y alegó que no existió alevosía en los hechos

A CORUÑA, 14 (EUROPA PRESS)

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha estimado en parte el recurso de apelación presentado por el abogado defensor del arousano Antonio Pouso, Diego Domínguez, el pasado 4 de mayo ante la Sala de lo Civil y Penal contra la sentencia de un jurado popular de Pontevedra que condenó a 18 años de cárcel al joven de A Illa de Arousa por el asesinato de su convecino Cristian Willisch Diz, de 18 años, por lo que le rebaja la pena a 15 años de prisión.

Según la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia relativa a la vista de apelación hecha pública hoy, recogida por Europa Press, se estima en parte el recuso contra la sentencia dictada el 19 de noviembre de 2009 y se revoca "en parte" la condena inicial, que se reduce a 15 años de prisión por el delito de asesinato con la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena.

No obstante, el TSXG confirmó el resto de la sentencia recurrida, sin imposición de costas, que incluía 180.000 euros de indemnización, que deberá abonar el condenado.

El Tribunal consideró que la sentencia previa no tomó en consideración la edad de 20 años del acusado, ni su carencia de antecedentes penales y su entrega voluntaria a la Policía. "Aunque no propició la apreciación de una atenuante, sí debe ser tenida en cuenta en la individualización de la pena", sostiene.

Añade la sentencia que "la existencia de situación de violencia verbal entre ambos grupos contrincantes, que aunque no fue óbice para apreciar la alevosía, sí debe tomarse en consideración". Por todo ello, considera que "procede imponer la pena del delito de asesinato en su grado mínimo".

QUEBRANTAMIENTO

Durante su exposición en la vista de apelación, el abogado defensor había alegado un supuesto "quebrantamiento de forma" en la sentencia, que desestimó el tribunal, además de acusar al jurado de no estar "suficientemente preparado" para poder discernir entre un homicidio simple y un asesinato.

Asumida la confesión de los hechos por parte de Antonio Pouso, la defensa entendía que la pena es "descomunal y desproporcionada", ya que, a su entender, se ha juzgado un asesinato en lugar de un homicidio simple, teniendo en cuenta que, según Domínguez, no existió "alevosía" en los hechos que ocurrieron el septiembre de 2007.

En este sentido, el abogado defensor presentó como pruebas el hecho de que, antes de que se produjese el apuñalamiento, tanto Antonio Pouso como Cristian Willisch había tenido una discusión previa, al tiempo que señaló que, a su entender, el fallecido sabía que el agresor llevaba un cuchillo en la mano.

"No existe alevosía en un ataque de frente y sin sorpresa", mantuvo la defensa", quien destacó también que, durante la noche del suceso, no habían existido amenazas entre los dos implicados.

Además, Diego Domínguez también pidió al tribunal que se tuviera en cuenta la "colaboración" que su defendido tuvo con la Justicia al entregarse de manera "voluntaria" y colaborar en todo el proceso, en lugar, según la defensa, de "agarrarse a unas pruebas que podrían inculpar a otros".

FISCALÍA Y ACUSACIÓN PARTICULAR

Por su parte, tanto el fiscal como el abogado de la acusación particular, Juan Ares, rebatieron los argumentos de Domínguez defendiendo que el agravante de alevosía está "totalmente justificado" ya que, a su entender, el altercado anterior ya había sido "zanjado" con la presencia de los agentes de la policía local y que, tres horas más tarde, fue cuando se produjo el apuñalamiento en otro local.

El fiscal entiende que, el hecho de que el acusado escondiese el cuchillo en la manga, es una prueba más que "suficiente" para entender que quería "sorprender" a Antonio Pouso.

En cuanto a las amenazas, Juan Ares consideró probado que el acusado encañó en la sien a la víctima con una pistola de aire comprimido y lo amenazó con "pegarle dos tiros", algo que la acusación particular considera "muy grave".

En lo que hace referencia a la colaboración, la Fiscalía trató de restar "importancia", ya que, a su entender, la colaboración se produjo una vez que Antonio Pouso sabía que la policía lo había identificado y que ya se había puesto en marcha una investigación.