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El temor a que la recesión se instale en España tras las medidas de recorte del Gobierno español y las dudas de que el Banco Central Europeo (BCE) haya dejado de comprar la deuda soberana del país azuzaron hoy el nerviosismo en los mercados y hundieron al Ibex un 6,6%.

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El temor a que la recesión se instale en España tras las medidas de recorte del Gobierno español y las dudas de que el Banco Central Europeo (BCE) haya dejado de comprar la deuda soberana del país azuzaron hoy el nerviosismo en los mercados y hundieron al Ibex un 6,6%.

Según los analistas consultados por Europa Press, la falta de reformas estructurales en España que encarrilen la economía en la senda del crecimiento han abonado el terreno para la vuelta de los bajistas, inversores que se benefician de los descensos bursátiles y que se aprovechan de un mercado extremadamente volátil y reactivo tanto a rumores como a informaciones.

Las ventas se han instalado esta tarde en el selectivo madrileño y en los mercados de deuda dos días después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentara en el Congreso su duro plan de recortes del gasto con el fin de reducir el déficit público porque los inversores echan en falta medidas en el lado del crecimiento.

Además, las exigencias de los mercados se han endurecido ante informaciones que apuntan a que el Banco Central Europeo (BCE) habría dejado de comprar deuda soberana tanto de España como de Italia por considerar que ya no es necesario prestarles este tipo de apoyo, movimiento que el mercado consideraría excesivamente prematuro.

La experta de IG Markets Soledad Pellón da credibilidad a que el instituto emisor europeo haya dejado de comprar deuda soberana española, pero considera que se trata de una medida apresurada que tendría que haberse dejado para más adelante, una vez que la calma se asiente algo más en los mercados.

El BCE podría haber tomado esta decisión por considerar que España e Italia ya se encuentran en una situación lo suficientemente buena como para necesitar este respaldo, pero ha hecho saltar todas las alarmas de un mercado muy nervioso, y ha disparado de nuevo el diferencial de la deuda española respecto a la alemana, explicó.

"El mercado piensa que sería demasiado pronto para retirar estas medidas, no lo puedes hacer tan pronto", sostuvo Pellón, tras recalcar que también ha pesado en el ánimo de los inversores la advertencia del FMI de que España y Portugal lo pasarán mal si no estabilizan su economía por la subida del coste de la deuda.

Otros analistas, sin embargo, restan credibilidad a las informaciones que apuntan a que el BCE ha dejado de comprar deuda española por considerar que se trata de un rumor más de los que plagan el mercado en estos momentos, como que Francia estudia su salida del euro o que se está preparando el rescate de otro país europeo.

Victoria Romero, analista de Ahorro Corporación, está convencida de que "el BCE comprará la deuda que haga falta" por el bien de la UE, mientras que el director de análisis de Bankinter, Ramón Forcada, sostiene que "este rumor no tiene sentido, porque el BCE no decide a quién inyecta liquidez, sino que sus decisiones las marcan las necesidades".

SOLUCIÓN COORDINADA A NIVEL MUNDIAL.

En relación a la situación de España, Forcada subrayó que el Estado debe hacer reformas estructurales y no sólo reducir el gasto para recuperar el crecimiento económico. "Estamos en una etapa en la que se cuestionan los Estados y el problema no está cerrado con una ayuda de 750.000 millones de euros", añadió.

En el mismo sentido, Javier Galán, de Renta 4 explicó que asistimos a una crisis de deuda soberana a escala mundial que requiere de una solución de la misma magnitud, por lo que los mercados no se tranquilizarán hasta que una reunión de líderes marque un claro camino a seguir.

El problema del endeudamiento soberano de los países, que han tenido que endeudarse mucho para tratar de ayudar al sector financiero a capear los efectos de la crisis 'subprime' "ha venido para quedarse", sostuvo Galán, para quien la solución a la 'hipersensibilidad' de los mercados ha de venir de una solución coordinada de líderes mundiales.