El acusado, en un momento del juicio | Alejandro Sepúlveda

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El abogado de la familia de Joan Mascaró, que ejerce la acusación particular, ha dicho este jueves en la última jornada del juicio que la muerte del empresario menorquín en enero de 2013 fue la ejecución de un plan alevoso desde el principio, en el que el acusado C.C.T.G. «planificó y creo la situación».

En el turno de última palabra, el acusado ha negado ante el jurado que tuviera intención de acabar con la vida de Mascaró: «Con los golpes que le di, en ningún momento intenté matarlo porque si hubiera intentado matarlo, del primer hachazo le pego en la cabeza y lo dejo seco», ha afirmado. La fiscalía ha reiteradosu petición de que el acusadosea condenado por homicidio doloso por el atropello y posterior apuñalamiento de Mascaró, con las circunstancias atenuantes de confesión y obcecación y la agravante de abuso de superioridad y ha descrito a C.C.T.G. como «una persona primitiva que por una serie de acontecimientos estaba más revolucionado que de costumbre». El abogado de las hijas del fallecido, Jaime Campaner, ha pedido al jurado que aplique el sentido común y condene al acusado por asesinato con alevosía, porque cree que mató al empresario de 68 años sin posibilidad de defensa y se las ingenió para hacerlo sin asumir ningún tipo de riesgos. La defensora, Margarita Mercadal, cree que lo ocurrido fue un homicidio porque si el acusado hubiera tenido intención de matar, habría conducido rápido para provocar un accidente grave al empresario. Ha solicitado al jurado que tenga en cuenta cinco atenuantes de la responsabilidad criminal (obcecación, alteración psíquica; grave adicción al alcohol, sustancias estupefacientes y psicotrópicas; confesión y defensa propia) porque el acusado «no es una persona normal».