Los 'colegas' del exterior tratan de introducir droga en la cárcel con pelotas de tenis, que deben salvar dos muros para llegar al interior. | Archivo

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Podrá parecer un procedimiento que evoca películas pretéritas de acción con temática carcelaria, pero responde a la realidad también aquí, en el Centro Penitenciario Menorca de la carretera de Sant Lluís. Los intentos de introducir droga en la cárcel existen, y en este caso, uno de los métodos detectados es tan simple como poco arriesgado para quienes realizan la tentativa.

Las pelotas de tenis. La Policía Nacional, que cuida de la vigilancia exterior de la cárcel, ha encontrado en más de una ocasión pelotas de tenis que lanzan desde fuera aquellos compinches para tratar de introducir la droga en la prisión. Para asegurar su objetivo cargan las pelotas con una pila con la que incrementar su peso, además de la sustancia estupefaciente introducida en ella, y poder alcanzar su objetivo. Si tienen suerte y fuerza, la pelota puede traspasar el muro intermedio y acabar en el patio donde, con más suerte todavía, su destinatario la recogerá. Muy complicado.

Hasta un paquete identificado. En una ocasión, incluso, los agentes encontraron un paquete de pequeñas dimensiones, con droga en su interior, en el pasillo entre los dos muros, el exterior y el interior, por el que patrullan regularmente, que venía identificado con el nombre de su destinatario. Evidentemente, en esta ocasión el paquete tampoco llegó a su receptor gracias al buen hacer de los agentes.

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