Un hombre que se hizo pasar por empleado de la compañía Endesa consiguió robar este lunes 18.000 euros y un reloj de oro en el domicilio de un hombre de 82 años residente en la calle de Terrassa, de Ciutadella.
El ladrón se presentó en la casa señalada y explicó al propietario que debía realizar unas comprobaciones debido a un desajuste en la factura de consumo. El dueño de la casa le permitió la entrada al tiempo que el falso empleado le pedía que activara y apagara interruptores de la vivienda con el fin de entretenerle mientras él buscaba dinero o joyas. Consiguió su objetivo ya que encontró la caja fuerte en un cajón y junto a ella un reloj de oro. En la caja fuerte había 18.000 euros. Posteriormente le dijo que ya estaba solucionado y abandonó el domicilio.
El afectado y su familia ya han interpuesto la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional tras haberlo puesto en conocimiento de la local. El mismo responsable del robo, de entre 40 y 50 años, de nacionalidad española, ya lo había intentado estos últimos días, al menos en otros dos domicilios ocupados por gente mayor, sin lograr su propósito.
La Policía Local alerta a los vecinos para que tomen las máximas comprobaciones si reciben la visita de alguna persona o similar que se haga pasar por técnico, con la intención de introducirse en su domicilio.
3 comentarios
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el problema son los empleados de endesa de verdad que culpa de este sinverguenza que cuando tienen que ir a trabajar les dicen de todo i no se fian i eso que en todo momento llevan su identificacion i nunca les van a cobrar nadaen efectivo
... noticias como ésta demuestran que la gente prefiere arriesgarse y lidiar con ladrones de poca monta, en vez de poner sus dineros a recaudo de los ladrones de mucha monta... sintomático que se vuelva al calcetín y la baldosa de casa y se mire mal a quienes se embolsaron millones de los presupuestos para curarse de una crisis que fue creada en gran parte por ellos mismos y su pésima gestión, sin contar con los escándalos de las preferentes, los activos tóxicos, los deshaucios express y el descarado tren de vida de las estafas tipo tarjetas black o autoimposición de pensiones vitalicias de varios ceros de entidades que se iban a pique con los ahorros de miles de pequeños currantes...
Hay que tener mucho cuajo para robar, pero para robar a ancianos y personas más o menos indefensas hay que ser un malnacido.