El joven acusado permanece en el calaborzo del cuartel de la Guardia Civil desde la madrugada del domingo

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Dos jóvenes apuñalados con arma blanca, uno de los cuales permanece ingresado en el Hospital Mateu Orfila, fue el saldo de la pelea más importante ocurrida durante la celebración de las fiestas en la localidad sanluisense poco antes de las 4 de la madrugada del domingo. El presunto autor de la doble agresión, un joven de 21 años, de nacionalidad colombiana, sigue en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil aunque en principio hoy debe declarar ante el juez.

El principal agredido, un joven de Maó, de 23 años, ha recibido 29 puntos de sutura en la parte lateral de su rostro tras sufrir el corte, presumiblemente con una navaja. Además tiene otro importante en el brazo, uno más en el antebrazo y múltiples más pequeños en la espalda. De todos ellos se recupera favorablemente y su estado no reviste gravedad.

En cuanto al otro agredido, nacido en Argentina aunque residente en Maó, de 21 años, recibió un corte en su estómago con el cristal de una botella que precisó 6 puntos de sutura.

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Los heridos fueron trasladados en distintas ambulancias al hospital, mientras el presunto agresor era detenido por agentes de la Policía Local de Sant Lluís para traspasarlo minutos después a una patrulla de la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron en la calle Sant Lluís. Según testigos, cuando los dos agredidos, que son amigos, estaban en la calle, llegó otro grupo de tres jóvenes. Uno de ellos, conocido del joven argentino, agarró por el cuello al de Maó tras unas miradas retadoras aunque al parecer no se conocían. Amigos de unos y otros los separaron.

Los dos colegas se dirigieron entonces a la barra de un bar próximo pero minutos después regresó el colombiano con la cara descompuesta en busca del mismo joven con el que se había peleado. Se interpuso el amigo común para evitar que se reprodujera la pelea pero entonces sacó una botella rota de cerveza y le pinchó en el estómago para dirigirse a continuación hacia el otro al que agredió reiteradamente con la misma botella. La Guardia Civil también halló una navaja debajo de un coche de la que, supuestamente, se había intentado desprender y con la que también habría perpetrado los pinchazos.

Ya con el herido emanando abundante sangre otro grupo de jóvenes que había presenciado la agresión se abalanzó sobre el acusado al que agredió reiteradamente. Tras ser detenido este tuvo que ser conducido también al Hospital para ser reconocido de las contusiones que había sufrido.