Así quedó el coche tras el accidente

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El conductor del Audi A6 que protagonizó el accidente mortal en la madrugada del pasado 22 de octubre en Maó cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida, según reflejaron los análisis de sangre que le realizaron tras su ingreso en el Hospital Mateu Orfila.

El joven de 31 años dio una tasa de 2,10 gramos por litro de sangre cuando la máxima permitida es de 0,50. El vehículo acabó estrellándose contra varios árboles en el margen derecho del kilómetro 4,8 en la carretera de Maó a Fornells. A resultas del impacto falleció en el acto el copiloto, Daniel Castro Domínguez, de 39 años, que era el que tenía el uso exclusivo del vehículo, propiedad de su jefe.

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Denuncia del dueño del coche

El conductor, que está imputado por homicidio imprudente, declaró el 7 de noviembre ante el juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Maó, que la pérdida de control del vehículo se debió a un forcejeo que mantuvo con el copiloto. Ese forcejeo dio origen al volantazo que acabó provocando el accidente. El magistrado le dejó en libertad sin medidas cautelares mientras continúa la instrucción de la causa.

El propietario del vehículo, jefe de la víctima mortal con quien mantenía una excelente relación y le prestaba el coche para su uso durante su estancia en la Isla, ha presentado una denuncia contra el conductor tras tener conocimiento de las condiciones en las que conducía por la ingesta de alcohol. Pide que se haga cargo del importe en que se tase el vehículo que quedó inservible además de la pena que le pudiera corresponder por su imprudencia.