El consumo de alcohol entre los menores de edad es un tema que preocupa al Consistorio | ARCHIVO

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Desde hace ya algunos años Ferreries atrae a numerosos visitantes, especialmente jóvenes, a sus celebraciones del Carnaval. El plato fuerte es el sábado de la fiesta, y ante los problemas de tráfico que se generan en los accesos de la población y la concentración de gente, el Ayuntamiento pondrá en marcha medidas similares a las de las fiestas patronales de Sant Bartomeu, con más despliegue de policías locales para controlar las vías y dos guardias de seguridad que cumplirán también la tarea de informadores y que velarán, junto con los agentes, por que no se produzcan acciones incívicas.

Todo está preparado para este fin de semana, en concreto el día 10, en el que está previsto el concurso infantil de disfraces, la actuación musical de Pinyeta Pinyol en la Plaça de Espanya y la tradicional torrada de sobrasada. A partir de estos actos es cuando la plaza concentra la música (con dj's de Ritmo Menorca y la banda Black Pearl) y la fiesta y el consumo de alcohol se extiende a las calles del pueblo, haciendo difícil el equilibrio entre el exceso que caracteriza el Carnaval y el necesario civismo y el descanso del resto de vecinos.

Uno de los problemas, el de los orines en determinadas calles, se resolverá con la colocación de cuatro urinarios portátiles en las plazas Francesc d'Albranca y de España, y en las calles Bisbe Sever y Beat Joan Huguet. También se dispondrá de un punto de asistencia sanitaria con un médico y una enfermera, por si se produce alguna indisposición.

«Queremos que la gente se lo pase bien y se divierta pero a veces para eso los excesos no son buenos, hay que conseguir un equilibrio», señala la concejala de Fiestas, Servicios Sociales y Cooperación, Joana Febrer. Y es que el anonimato que procuran los disfraces anima a algunos a las gamberradas y también al consumo de alcohol y otras sustancias adictivas a edades cada vez más tempranas. Por ese motivo el Ayuntamiento trabaja en la ordenanza que le permita prevenir y sancionar el consumo de alcohol, la sustancia neurotóxica más extendida y aceptada socialmente por los menores.