El pasado noviembre se realizaron varios actos en la Isla para tomar conciencia del problema. | Josep Bagur Gomila

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Los juzgados menorquines registraron un total de 235 denuncias por violencia de género durante el año 2017, según los datos recogidos por el Consejo General del Poder Judicial a partir de la estadística que hizo pública ayer el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género.

La cifra global supone una reducción de casi el 10 por ciento respecto al año anterior cuando entraron en los Partidos Judiciales de Maó y Ciutadella un total de 260 denuncias lo que representaba casi una denuncia diaria. Menorca, por tanto, rompe la estadística general a nivel balear que mantiene al archipiélago como la comunidad con una tasa de casos de violencia de género más elevada con notable diferencia respecto a las restantes.

El ligero descenso, no obstante, no debe interpretarse en términos absolutos como una mejoría del problema social, que se mantiene lamentablemente estable, ya que los casos de maltrato en muchas ocasiones no acaban llegando al juzgado tras ser tratados por otros órganos de las instituciones insulares. En muchas ocasiones las propias víctimas desisten de seguir adelante con la demanda por mantener una relación familiar con el acusado.

Durante 2017 las denuncias fueron disminuyendo de un cuatrimestre a otro pasando de 73 en el primero, 63 en el segundo, 58 en el tercero y 41 en el último. Por partidos judiciales, el de Maó ingresó 121. siete más que el de Ciutadella. La inmensa mayoría fueron tramitadas directamente por la víctima.

En cuanto a las órdenes de protección se pidieron un total de 63, de las que 38 fueron concedidas y 25 denegadas. Todas las órdenes de protección fueron solicitadas por las víctimas, a excepción de cuatro que pidió el Ministerio Fiscal en los juzgados de Maó. Hubo 33 de alejamiento y 28 de prohibición de comunicación con la víctima.

De las denuncias presentadas 29 acabaron resolviéndose ante el juez que adoptó 23 condenas y seis absoluciones. En Maó hubo 16 hombres sometidos a juicio, de los que 10 fueron condenados mientras que los 13 que fueron juzgados en Ciutadella recibieron algún tipo de condena.

Entre todos los casos que tuvieron que resolverse mediante un juicio, 24 de los acusados fueron de nacionalidad española mientras que los cinco restantes fueron extranjeros.