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Una mujer de 42 años de edad será juzgada este miércoles en Maó por los destrozos que, presuntamente, ocasionó en la que había sido su vivienda en la calle Gran, de Es Castell, tras serle arrebatada por el banco al incumplir varias cuotas de la hipoteca. La entidad bancaria inició un procedimiento de ejecución hipotecaria que culminó con la salida del inmueble a subasta y fue adjudicado a una sociedad limitada de Maó dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios en abril de 2016.

La inculpada, de nacionalidad española, entre septiembre y noviembre del mismo año en que tuvo lugar el alzamiento y entrega de la posesión al nuevo titular, ocasionó diversos desperfectos a la casa, según la acusación. Manchas de pintura en paredes, inutilización de la instalación eléctrica y conducciones de fontanería introduciendo espuma de poliuretano por ellas, arrancamiento del lavabo, rotura de cristales, puertas de armarios de cocina arrancadas, mamparas de duchas y otros enseres de la vivienda también fracturados. Los desperfectos han sido tasados en 11.222 euros que reclama la sociedad propietaria de la casa.

El fiscal pide para la acusada una multa de 6.750 euros, además del pago de los daños presuntamente ocasionados.