Los testimonios de las personas interrogadas por la Policía de Ciutadella no aclaran si existió acoso. | Josep Bagur Gomila

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Avanzada la investigación para tratar de encontrar las causas que llevaron al adolescente de Ciutadella, Sergi Pineda, a lanzarse desde una altura de 10 metros en el puerto urbano de la ciudad el pasado 27 de abril, la Policía Nacional aleja la posibilidad de que el acoso escolar fuera la razón determinante que le hubiese llevado al fatal desenlace.

Aunque las pesquisas todavía no han finalizado, las declaraciones que ha recogido el Cuerpo Nacional de Policía en el entorno del adolescente no demuestran por ahora que hubiera sufrido bullying. Los agentes han recogido testimonios de al menos 20 personas próximas al joven desaparecido, entre compañeros de su instituto, amigos, familiares y personal del centro educativo.

En esas declaraciones, según ha podido saber este diario, no han aparecido datos ni suficientes ni concretos que puedan establecer una relación directa entre la decisión tomada por el joven y un malestar producto de una situación incómoda que le generarían las actitudes de sus compañeros. Dicho de otro modo, que no existe constatación de que el fallecido fuera objeto de maltrato psicológico o físico con cierta periodicidad en el instituto Maria Àngels Cardona al que acudía.

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En un principio la Policía Nacional tuvo acceso a indicios de que el acoso existía y podía haber ido minando la estabilidad emocional del joven. Alguna trastada reciente de mal gusto, insultos recibidos o el mensaje que dejó a la chica con la que mantenía una relación, según otros testimonios dados por personas muy cercanas a la víctima, no habrían tenido continuidad por lo que se considerarían dentro de la normalidad en las relaciones entre los adolescentes.

Por eso, transcurridas casi dos semanas desde su muerte no han aparecido las pruebas que confirmen esos indicios, lo que impide cualquier acusación a ninguna persona del entorno de Sergi para que el resultado de los informes policiales pasen a la Fiscalía de Menores.

Tampoco la familia tenía conocimiento de la existencia del posible acoso. Como ya informó este diario el instituto no había abierto ningún protocolo por casos de bullying, ni había existido ninguna denuncia con anterioridad respecto a Sergi Pineda.

La investigación permanece abierta aunque parece complicado que ya pueda cambiar el rumbo que han tomado las pesquisas salvo que surja alguna acusación directa, con pruebas evidentes, que por ahora no se ha dado.