La mujer fue detenida y conducida a Comisaría el mismo 26 de junio del año pasado

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Un año de prisión por un delito de lesiones en grado de tentativa y seis meses más por otro de amenazas es la condena que recayó el lunes sobre una mujer de Ciutadella, de 34 años de edad, que el 26 de junio de 2017 intentó apuñalar a su expareja en el lugar de trabajo de esta, un hotel de la zona de Sa Caleta en la misma ciudad.

La sentencia dictada por el magistrado juez del Juzgado Penal, Bartomeu Mesquida, se adoptó por conformidad entre los respectivos abogados y el fiscal que en un principio pedía dos años y tres meses de prisión por el mismo delito. La mujer aceptó el acuerdo lo que implica que admitió su culpabilidad en los hechos. Aunque la acusada tiene antecedentes por malos tratos, en la misma vista oral su defensor, Josep Maria Cardona, solicitó la suspensión de la condena a la que no se opusieron ni el fiscal ni la abogada de la acusación, Isabel Lluc, siempre que no vuelva a delinquir en el plazo de dos años y cumpla con las otras medidas incluidas en la condena.

La pena contempla una orden de alejamiento a menos de 100 metros del que fuera su pareja durante dos años más, y al pago de las costas y los daños morales ocasionados al hombre por un total de 5.000 euros.

La mujer había sido acusada tras su detención, el 26 de junio de hace un año, de intento de homicidio, auque finalmente tras declarar ante el juez y quedar en libertad, el fiscal tipificó el delito como tentativa de lesiones. Despechada, había acudido al lugar de trabajo del que había sido su novio portando un cuchillo y un guante. Intentó clavárselo en la parte superior del cuerpo pero el se protegió con una caja de herramientas y logró refugiarse en el cuarto de personal del hotel. Ella, al parecer, le persiguió y golpeó en la puerta con insistencia pero finalmente se marchó, según algunos testigos a los que desfió con la mirada a la salida.

Con anterioridad ya había amenazado a su expareja con varios mensajes.

Tras su detención aquella misma tarde en la que también estuvo implicada en otro incidente con un grupo de adolescentes vecinos de su domicilio a los que habría amenazado con un cuchillo, la mujer declaró que no tuvo ninguna intención de apuñalar a su expareja, y que el pudo confundir el guante con un cuchillo.

La mujer deberá ser juzgada por este otro presunto delito en un próximo juicio.