El detenido pasó la noche del viernes y todo el sábado en los calabozos del cuartel de Maó

TW
1

El juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Maó, Fernando Pinto, envió el pasado domingo a prisión a un hombre de 37 años de edad, detenido por la Guardia Civil en la madrugada del sábado cuando tenía encerrada a su pareja en una casa de una calle céntrica, en Alaior.

El acusado, natural de la República Dominicana, había agredido a la mujer, de 37 años, del mismo país, y la había amenazado de muerte con un cuchillo que llegó a ponerle en el cuello aquella misma noche, según declararía la víctima. Varios mensajes que pudo enviar a una amiga provocaron la detención del hombre horas más tarde, a cargo de la Guardia Civil con el apoyo de la Policía Local de Alaior.

Los hechos que desencadenaron el apresamiento del individuo ocurrieron entre las 23 horas del viernes y las 2 de la madrugada del sábado. Al parecer, el hombre, que ya había tenido episodios violentos con su pareja aunque no había sido denunciado por ella, llegó en estado ebrio a su domicilio y arremetió contra la mujer después de cerrar la casa con llave para que no pudiera salir. La mujer declararía que a continuación la agarró por el pelo y por el cuello. Aseguró que más tarde la condujo hasta la habitación e intentó asfixiarla diciéndole que acabaría con su vida si avisaba a la Policía. Posteriormente el hombre se acomodó en otra sala de la casa con el cuchillo de cocina al lado que llegó a colocar sobre el cuello de su pareja en otro episodio violento esa misma noche. En ese interín la mujer pudo avisar a una amiga a través de mensajes de móvil del riesgo que estaba corriendo, y ésta contactó con las fuerzas del orden.

Los agentes decidieron aguardar a que el hombre saliera de la casa, dado que la mujer comunicó que estaba en su dormitorio aparentemente tranquila. Cuando el hombre fue a salir de la vivienda cerrándola por fuera para que la mujer no pudiera abandonarla, la Guardia Civil le sorprendió y pese a que trató de entrar de nuevo en la casa, fue reducido y detenido por los guardias.

El acusado pasó la noche y todo el día siguiente en los calabozos de la Compañía de la Guardia Civil, y el domingo declaró ante el juez que dictó el auto de prisión provisional. El examen de la médico forense constató las heridas de la mujer en el cuello y las contusiones en su cuerpo.