El coche se incendió tras el accidente y su conductor huyó del lugar | Javier Coll

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La aparición de un vehículo calcinado el sábado a primera hora de la mañana en el Camí de Binibecó, en Sant Lluís, ha provocado la apertura de una investigación a cargo de la Guardia Civil por las extrañas circunstancias que rodean el suceso.

Se trata de averiguar quién fue el responsable de este incendio que, con toda seguridad, se produjo después de que el conductor del automóvil, Renault Scenic, se estrellara violentamente contra la paret seca del margen derecho de ese camino. El coche ardió por completo, quizás como consecuencia de alguna fuga de gasolina tras el choque.

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El conductor pudo abandonar el lugar por su propio pie sin dar cuenta de lo sucedido ni a los bomberos ni a la Policía Local de Sant Lluís que descubrió el coche incendiado a primera hora de la mañana. Durante la madrugada del sábado al domingo no hubo ninguna atención del 061 por accidente de tráfico. El fuego se había sofocado por sí solo ya que los bomberos no llegaron a intervenir al no recibir ningún aviso.

El propietario del vehículo siniestrado acudió este lunes por la mañana al cuartel de la Benemérita, en la carretera de Sant Lluís, y puso la correspondiente denuncia al asegurar que alguien le había robado el coche el sábado. Según explicó el vehículo que, al parecer había prestado a un familiar, se encontraba estacionado en el aparcamiento del polideportivo de Ses Canaletes, con las llaves puestas lo que pudo facilitar el robo.

La Guardia Civil valora todas las opciones posibles en este caso, entre ellas, que la responsabilidad del siniestro esté relacionado con el dueño o alguien próximo a él. La experiencia señala que en este tipo de situaciones, si el conductor está bajo la influencia del alcohol, sufre un accidente y abandona el lugar, suele hacerlo para evitar las consecuencias penales y administrativas.