El acusado sigue negando cualquier vinculación con los atentados al patrimonio histórico. | Sergi Garcia

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La Policía Nacional aguarda el resultado de los datos solicitados al operador de telefonía móvil contratado por el hombre detenido como presunto autor de las pintadas en la Naveta des Tudons, Bassa Verde, batería de Punta Nati y la finca de Torralba, en Ciutadella, para dar con más pruebas que refuercen la acusación.

El Cuerpo Nacional de Policía, a partir de la orden judicial del registro que hicieron de su domicilio de Es Castell en el que reside actualmente, el pasado martes, espera tener acceso a la localización del dispositivo durante las fechas aproximadas en las que se produjeron las pintadas en marzo por si existen coincidencias, así como también en los mensajes.

El hombre, de 35 años de edad, natural de Brasil aunque vive y trabaja en la Isla desde 2007 en un establecimiento turístico, fue detenido el martes tras el informe grafológico elaborado por especialistas del propio Cuerpo Nacional de Policía. Este determina que fue la misma persona la autora de las pintadas en los cuatro enclaves.

B.C.L, que ya había sido detenido en junio bajo la misma acusación, aunque entonces el juez la sobreseyó provisionalmente por falta de pruebas, ha quedado imputado por el delito contra el patrimonio en los cuatro casos y está en libertad con cargos.

El acusado viene a considerar que su detención es un error y podría deberse a que no hay más sospechosos. Su abogado, Lluís Coll, aseguraba ayer a este diario que a la vista del expediente «no hay ninguna evidencia contundente que le señale como culpable de estas pintadas, yo creo que se trata de un error».

B.C.L. fue descubierto entrando y saliendo de la finca de Torralba en junio por las cámaras de seguridad. Lo hacía en un intervalo de tiempo de unos tres minutos. ¿Qué hizo en esa finca en la que también aparecieron pintadas con los mismos signos y trazos de las anteriores? Su abogado responde que es aficionado a la fotografía y a la búsqueda de setas, y que precisamente en las imágenes se le ve portando una cámara fotográfica al cuello.

Desmiente que se dedique a los grafitis y subraya que solo una vez ha visitado la Naveta hace siete años, y que jamás ha paseado por la Bassa Verda para asegurar que no tiene nada que ver con la acusación.