Dos ambulancias trasladaron al hospital a los cuatro jóvenes desde la Estación Marítima. | Archivo

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Una noche de excesos pudo acabar de la peor manera posible en la madrugada de este pasado domingo cuando dos jóvenes, un chico y una chica, que se habían lanzado al agua del puerto de Maó, acabaron siendo rescatados por agentes de la Policía Portuaria y la Policía Nacional en el muelle de la antigua Estació Marítima, frente a la zona de ocio del Andén de Poniente. Ni él ni ella podían salir del agua por lo que corrían peligro de acabar ahogándose.

En el suceso, que se resolvió con la determinante actuación de los agentes de ambas fuerzas policiales, intervinieron dos adolescentes de 15 y 16 años, un joven de 23 y la chica, de 19, entre las 5 y las 6 de la madrugada. La chica fue conducida al Hospital Mateu Orfila en una ambulancia de soporte vital avanzado ya que presentaba signos de hipotermia, mientras que los tres varones también fueron trasladados al hospital en una ambulancia de soporte básico. En Urgencias se recuperaron y fueron dados de alta horas después.

Según ha podido saber este diario los hechos se sucedieron cuando la chica saltó la valla del espacio delimitado en el muelle de cruceros y se lanzó al agua vestida sin que sus amigos pudieran evitarlo. Estaba, probablemente, bajo los efectos del alcohol e influenciada por cuestiones de índole sentimental. Tras ella se lanzaron en primer lugar otros dos de los chicos, que trataron de rescatarla sin llegar a conseguirlo por lo que regresaron al muelle y pudieron salir del agua por sí mismos. A continuación se tiró un tercer joven que fue a por ella con el ánimo de atraparla y llevarla a tierra pero dada la baja temperatura del agua y la dificultad para arrastrarla no pudo conseguirlo. Para entonces alguien del grupo había dado aviso ya al servicio de Emergencias 112.

Una patrulla de la Policía Portuaria y otra de la Policía Nacional acudieron poco después, al igual que agentes de la Policía Local de Maó. Los primeros, provistos de un par de salvavidas, los lanzaron cerca con varias cuerdas para que los dos jóvenes se agarraran a ellos. Así lo hicieron y fueron arrastrados por los policías hasta el muelle.

Allí un agente nacional bajó hasta el nivel del agua en un descansillo y consiguió levantar a pulso a la chica hasta ponerla a salvo en medio del silencio de todo el resto de amigos y otras personas que presenciaron la escena.