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Los juzgados de Menorca cerraron 2018 con un total de 1.978 causas pendientes, lo que supone un incremento del 10 por ciento respecto a la cifra del año anterior, según los datos que recoge la memoria anual de Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears. Se trata, prácticamente, del mismo incremento general que se da en el conjunto del Archipiélago.

En Menorca, no obstante el Juzgado Penal de Maó, del que es titular el magistrado juez Bartomeu Mesquida, se mantiene como uno de los más resolutivos del país. Si cerró 2017 con solo 18 causas pendientes, el año pasado solo quedaron sin resolver trece entre las 239 que se ingresaron a lo largo de los doce meses, más otras siete reabiertas. En este mismo juzgado se celebraron sesenta juicios rápidos con 59 resueltos.

El incremento del 10 por ciento en las causas pendientes de los cinco juzgados de instancia e instrucción de la isla y el Penal, se debe en parte al aumento del 16 por ciento en los asuntos civiles ingresados en los juzgados de Maó (1.659) mientras que en los de Ciutadella la variación fue solo del 1,5 por ciento (1.020). Según la valoración del TSJIB la tendencia final ha sido desfavorable, pese a que ingresaron menos casos, debido al también descenso de la capacidad resolutoria.

Los asuntos penales ingresados a través de los juzgados de instrucción se mantienen a la baja, en este caso se sitúan en el 8,8 por ciento en Maó y el 7 por ciento en Ciutadella. De estos han quedado pendientes de resolver 845.

La memoria anual del TSJIB detalla que Balears presenta una tasa de jueces por cada 100.000 habitantes superior a la media estatal, en concreto es 12,4 en las islas y 11,8 la media en España. La tasa de litigiosidad en el Archipiélago por cada 1.000 habitantes es de 138,6, también sobre la media estatal, de 126,1 casos, por lo que se sitúa la cuarta más alta de todo el Estado.