El vehículo estaba estacionado en el parking que está parcialmente protegido del sol

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Sus padres esgrimieron que los dejaron en el interior del vehículo porque solo iban a comprar un par de cosas. Lo cierto es que tardaron más de media hora en regresar al coche en el que habían permanecido sus dos bebés, de un mes uno, y de un año y un mes de vida el otro. Ocurrió este miércoles a la una del mediodía en el aparcamiento parcialmente techado de Mercadona, en el Polígono Industrial de Maó.

Un guardia civil de paisano vio a los dos bebés solos en el coche y temió por su integridad debido a las altas temperaturas reinantes ya que se encontraban encerrados en la parte trasera, donde el sol sí les alcanzaba, y con todas las ventanillas subidas. Acudió al supermercado y pidió que avisaran por megafonía al dueño del vehículo. Las empleadas del supermercado repitieron el mensaje varias veces pero los progenitores no la escucharon o no la entendieron. Ambos son de origen marroquí.

El agente dio aviso entonces a la Policía Nacional que desplazó una patrulla al lugar de inmediato. Los policías optaron por romper los dos cristales delanteros del vehículo con el martillo que llevan en la dotación para poder abrir la puerta y sacar de su interior a los dos menores. Personas que habían presenciado la escena dieron agua a los niños y les abanicaron. Poco después una ambulancia del 061 acudía al mismo lugar y los técnicos sanitarios comprobaban que los dos bebés se encontraban en buen estado.

Fue entonces, transcurrida más de media hora, cuando aparecieron los padres con el carrito de la compra cargado de productos que habían adquirido en el supermercado. Al ver a los policías mostraron su sorpresa. Indicaron que los habían dejado en el coche porque solo iban a comprar un par de cosas y porque ambos estaban dormidos y no habían querido despertarles.

Durante la rotura de las lunas delanteras los dos agentes que decidieron actuar para asegurar que los niños no tuvieran problemas de hidratación sufrieron lesiones en sus brazos y tuvieron que ser atendidos en la Clínica Virgen de Gràcia. Uno de ellos precisó que le aplicaran seis puntos de sutura.

La Policía Nacional elaboró el atestado de lo sucedido y lo trasladó a la Fiscalía de los juzgados de Maó para que decida si los padres incurrieron en algún delito.