El repartidor, que avisó a la Policía tras la amenaza, se encuentra de baja | Gemma Andreu

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Un repartidor de un establecimiento de comida rápida del centro de Maó ha denunciado al recepcionista de un hotel de la misma ciudad por haber recibido una amenaza de muerte de aquel, según asegura en el documento tramitado en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

El repartidor se encuentra de baja médica desde que ocurriera el incidente el pasado viernes, poco antes de las 12 de la noche. Sufre ansiedad y se encuentra asustado más allá de que las amenazas fueran una exageración intimidatoria por parte del empleado de la recepción del hotel.

En su denuncia señala que acudió a ese establecimiento para servirle un pedido al trabajador que hacía el turno de noche en la recepción, como había hecho otras veces. La comanda incluía bebida y sumaba un importe de 16 euros.

En esta ocasión el trabajador no había podido efectuar el pago on line con la aplicación del establecimiento de comida rápida. Ya con el repartidor en la recepción, este le indicó que no podía cobrarle con tarjeta de crédito. En ese momento el recepcionista comenzó a alterarse y le pidió el libro de reclamaciones que, evidentemente, el repartidor no llevaba consigo.

Le indicó, entonces, que le abonara la cuenta en metálico y que iría al establecimiento para coger el libro de reclamaciones y traérselo, pero que si no le pagaba no podía dejarle el pedido.

Según el relato del repartidor, su reacción fue sacar una mochila de debajo del mostrador y echarle de la recepción tras las amenazas. «Me dijo que me fuera, que tenía una pistola muy grande y que me pegaría dos tiros si me veía por la calle».

El repartidor se quedó en estado de shock pero llamó a la Policía y aguardó su llegada en el exterior del hotel. Minutos después acudieron, explica, tres patrullas de la Policía Nacional y dos de la Local, «me indicaron que me quedara fuera o volviera a mi trabajo y me marché con un ataque de nervios». Al día siguiente acudió al médico para solicitar la baja dado su estado y puso la denuncia.

El hombre quiere apelar a la «inseguridad» de los trabajadores antes clientes como el reseñado, «lo mismo que me hizo a mi se lo podía haber hecho a un huésped del hotel», indica.