Casa de la Infancia en Maó

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El Consell de Menorca está decidido a impulsar una de las dos líneas de acogida de las que dispone a través de la Conselleria de Bienestar Social, especialmente la que corresponde a familias de acogida que se hacen cargo de uno o dos menores, con una remuneración por infante que asciende a 800 euros mensuales con los que proporcionar una asistencia correcta y completa a los chicos y chicas acogidos.

La otra línea en marcha corresponde a los casos urgentes de menores que, por conflicto familiar o desamparo, son ingresados en la Casa de la Infancia, situada en Maó tras la detección del problema a cargo del equipo especialista del Servicio Insular de Familia de la propia institución.

Elevar la disponibilidad de familias de acogida para reducir los ingresos en la Casa de la Infancia viene a colación, en parte, por la reciente llegada de menores migrantes no acompañados a la Isla, a bordo de las tres pateras que desembarcaron en la costa de Sant Lluís entre agosto y octubre.

Los cinco menores argelinos —el quinto se ha confirmado recientemente que lo era y ya ha cambiado su residencia en la Casa de Acogida por la Casa de la Infancia— han supuesto que ahora estén cubiertas las 14 plazas de que dispone el centro de menores que tutela el Consell, lo que no había sucedido prácticamente nunca hasta ahora. Sin embargo, aún sería posible habilitar un espacio más para nuevos ingresos si fuera necesario en las mismas dependencias del centro situado en la Avenida Josep Anselm Clavé de Maó.

Esta próxima semana está previsto que la consellera del ramo, Bàrbara Torrent se reúna con representantes de los colectivos que se solidarizan con la llegada de migrantes o refugiados a la Isla, y explicarles esta línea de familias de acogida para poder crear una bolsa con las seleccionadas. «Aunque ya existe esta bolsa pero queremos potenciarla», explica Torrent.

La finalidad es que los menores que precisen una residencia, en principio temporal, puedan encontrarla en un familia donde hallar más calor humano, y no en la Casa de la Infancia, «aunque seguiremos disponiendo de ella».

Las familias que muestren solidaridad para entrar en esta línea deben superar una evaluación psicológica y social que revele su idoneidad para hacerse cargo de uno o dos menores de edad, en el caso de que sean hermanos.