Los cuatro afganos están en Barcelona a la espera de poder reemprender el viaje al Reino Unido | M.J.U.

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La familia afgana que había quedado atrapada en Menorca el pasado día 14, cuando hacía escala para tomar otro vuelo hasta Londres huyendo del peligro mortal que vivía en su país, ha podido salir de la Isla y aproximarse a su destino final gracias a la colaboración popular.

El padre, la madre, el hijo de 13 años y la niña de 18 meses, abandonaron la Isla el domingo por la mañana en un avión que les llevó hasta Barcelona. La expedición de una identificación provisional mientras se tramitaba el expediente de devolución a su país, y especialmente, la colaboración económica voluntaria de particulares próximos al Fons Menorquí de Cooperació, entre otros, permitió que pudieran adquirir los cuatro billetes y desplazarse a la ciudad condal.

Los cuatro han sido acogidos por la comunidad afgana de Barcelona que les ha proporcionado alojamiento y manutención, como aquí hicieron los servicios sociales del Consell, Ayuntamiento de Maó y ONG. En cuanto sea posible reemprenderán el viaje hasta el Reino Unido, como era el propósito inicial con el que salieron de su ciudad, Kabul, amenazados de muerte por los talibanes.

Los cuatro afganos habían sido detenidos el sábado 14 de diciembre cuando la compañía Easyjet con la que debían volar de Menorca a Londres, advirtió a la Policía que utilizaban pasaportes falsos. Tras prestar declaración en Comisaría fueron puestos en libertad el mismo sábado y conducidos a un hostal. El domingo declararon ante el juez de guardia que ratificó su condición aunque les imputó el delito de falsedad documental.

Activado el protocolo de ayuda a refugiados entre instituciones y ONG, la familia fue trasladada a la casa de colonias de Sant Joan des Vergers, en Maó, donde han permanecido una semana hasta su marcha este pasado domingo.

El padre y la madre se negaron a solicitar el asilo en España que les fue ofrecido porque si lo pedían quedaban obligados a permanecer en nuestro país. Cuando se produjo su marcha agradecieron el trato, la ayuda y la comprensión que se les había dispensado en Menorca.

Llegó un momento en el que sin recursos ni documentación no podían abandonar la Isla, aunque finalmente lo han conseguido de la misma forma que en su día hicieron la mayoría de los 25 migrantes argelinos que llegaron a la Isla en patera entre los pasados meses de agosto y octubre.