El incidente ocurrió en los calabozos de la Plaza Miranda tras su detención en Maó. | Gemma Andreu

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Un hombre de unos 40 años de edad protagonizó un intento de suicidio el pasado fin de semana después de haber sido detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Maó tras la denuncia de su mujer a la que presuntamente había agredido.

El hombre intentó colgarse de los barrotes del calabozo de la comisaría enrollando una manta que le había sido facilitada. El intento no pasó a mayores tras ser descubierto por uno de los policías que, de inmediato, le liberó de la presión de la manta.

Fue necesaria la presencia de una dotación sanitaria móvil que trasladó al detenido al Hospital Mateu Orfila. Aunque al parecer había quedado algo aturdido, no sufrió lesiones físicas de ningún tipo que hicieran peligrar su vida. Pese a ello fue reconocido en Urgencias del centro hospitalario y por especialistas de la planta de psiquiatría.

Posteriormente el hombre ha pedido disculpas por su acción que ha atribuido a las consecuencias de la medicación que había tomado, unida al trastorno que le había provocado la relación con su mujer y la detención.

Esta se había producido por la denuncia de su esposa durante la mañana del pasado sábado. Aseguró que le había agredido con un codazo en la cara después de una discusión de las que se venían repitiendo en los últimos meses entre ambos.

Fue una vecina del edificio en el que viven en una céntrica calle de Maó la que dio aviso a la Policía, cuyos agentes finalmente se presentaron en la casa y acabaron localizando y deteniendo al presunto agresor. La mujer fue trasladada al hospital donde se le apreció la contusión en el rostro.

El pasado jueves se celebró el juicio rápido en el juzgado de guardia de Maó, con la presencia de su abogado de oficio. El acusado, aunque dijo no recordar lo sucedido y que en todo caso habría ocurrido cuando la pareja estaba recostada en cama. No obstante, acabó aceptando la condena de seis meses de prisión que, en principio, no cumplirá al carecer de antecedentes penales computables aunque sí había resultado detenido por presunto maltrato al menos en otra ocasión.

Además, el acusado debe cumplir ya una orden de alejamiento respecto a su mujer a la que no podrá aproximarse a una distancia inferior a los 100 metros durante un año, ni tampoco comunicarse con ella por ningún canal.