El móvil camuflado sobre una caja: así realizaba las grabaciones | CNP

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El juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Maó, Fernando Pinto, que instruye la causa contra el médico ‘voyeur’ del Hospital Mateu Orfila, dictó la pasada semana el auto de procesamiento al galeno en el que califica los hechos como un delito continuado contra la intimidad y el honor.

La calificación ha generado el rechazo general de los abogados de la mayoría de las mujeres perjudicadas -101 según los datos difundidos por la Policía Nacional-, y también de la letrada de la Comunidad Autónoma personada en la acusación. Si se le juzga por un solo delito continuado, la condena no superaría,en principio, los cinco años de prisión, mientras que si se le juzga por separado en función de las diferentes denuncias, las peticiones de condena sumadas estarían por encima de los cien años de cárcel. La solución intermedia, dada la imposibilidad de que se cumpliera la anterior, podría ser la calificación de concurso ideal de delitos, que reconoce uno por víctima, pero la condena se aplica en su mitad superior, alrededor de 15 años.

Tanto la abogada de la Comunidad Autónoma que representa al IB-Salut, como otras letradas particulares han presentado ya el recurso a la calificación del titular del juzgado de Maó, a falta de la que decida el fiscal que debe redactar el escrito de acusación en breve, una vez ha concluido ya la fase de instrucción.

La presentación masiva de recursos retrasará el proceso que arrancó tras la detención del médico, de origen peruano, el 27 de agosto de 2018. El vaciado de los ordenadores y soportes informáticos del galeno reveló que acumulaba 2.300 grabaciones efectuadas entre 2015 y 2018, la mayoría realizadas con dos teléfonos móviles que ocultaba en duchas, aseos, lugares de descanso del hospital, y en reuniones en su propia casa.