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El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Maó ha dictado una condena contra la hija de una paciente que a principios del pasado mes de marzo agredió física y verbalmente a su doctora a principios del pasado mes de marzo.

La sentencia, dictada el pasado 7 de septiembre y hecha pública este martes por el Colegio Oficial de Médicos de Balears (Comib), declara a la familiar de la paciente "como autora responsable criminalmente de un delito leve de lesiones".

La pena es de 60 días de multa a razón de cuatro euros diarios, lo que hace un total de 240 euros, así como a la pena de prohibición de aproximarse a la Clínica de Maó, donde ocurrieron los hechos, a una distancia inferior a los 100 metros durante un periodo de seis meses, así como el pago de las costas procesales. En concepto de responsabilidad civil, la persona condenada deberá indemnizar a la denunciante con la suma de 100 euros por las lesiones causadas.

La sentencia recoge como hechos probados que "el pasado día 6 de marzo de 2020, sobre las 09.30 horas, la denunciada, que se encontraba en una clínica privada de Mahón, lugar de trabajo de la denunciante, se dirigió a esta última de forma alterada y elevando la voz y le recriminó que el tratamiento que la denunciante había prescrito a la madre de la denunciada".

Según se recoge en la descripción de los hechos de la sentencia, "la denunciada agredió a la denunciante golpeándole en el hombro y tuvieron que ser separadas por una enfermera que se encontraba trabajando en la planta donde se produjeron los hechos", al tiempo que la denunciada verbalizaba expresiones insultantes y amenazantes. Como consecuencia de la agresión la denunciada sufrió diversas lesiones, reflejadas en el informe médico forense.

Atendiendo a la jurisprudencia reciente, el juez ha explicado en su sentencia que "al ser las lesiones la infracción más grave" de la denuncia, "quedaron las amenazas e injurias, en virtud del principio de consunción, absorbidas por aquella. De ahí que sea la falta de lesiones la única a tomar en consideración, sin que, por ende, proceda condenar por las otras".

Tras la agresión, la sanitaria afectada puso los hechos en conocimiento de los servicios jurídicos del Colegio Oficial de Médicos de Baleares, para acogerse al protocolo de agresiones previsto en estos casos por la institución colegial. Entonces, el Comib se personó como acusación particular en defensa de la doctora.