El principal acusado, cuando acudió a declarar ante la juez. | Javier Coll

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El joven de 24 años de edad, de nacionalidad colombiana, acusado de haber agredido gravemente con una botella de cristal rota a otros dos jóvenes, español y argentino, de 26 y 24 años, el 27 de agosto de 2017 en las fiestas de Sant Lluís, eludirá la cárcel tras el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial.

Los abogados de los tres jóvenes implicados en la reyerta y el Ministerio Fiscal, han alcanzado un acuerdo que limitará la celebración del juicio a la lectura del pacto al que darán su conformidad, por videoconferencia desde una sala de los juzgados de Maó.

El acuerdo supone la rebaja de los 8 años y 9 meses de prisión que pedía el fiscal al principal acusado, a 2 años, además del pago fraccionado de las indemnizaciones solicitadas por las lesiones y secuelas a los otros dos. Estas ascienden a 30.056 euros, 27.908 a uno de ellos y 2.148 al otro. Él, por su parte, deberá percibir 214 euros por las lesiones que le ocasionaron los otros dos acusados.

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Al carecer de antecedentes penales y no oponerse las acusaciones, el principal inculpado no deberá ingresar en prisión siempre que no vuelva a delinquir en el plazo de cinco años.

Sobre el joven pesaba un delito de lesiones con deformidad y otro de lesiones con objeto peligroso, mientras que los otros dos integrantes de la reyerta estaban acusados de un delito leve de lesiones, aunque el fiscal solo pedía tres meses de multa a uno de ellos, de nacionalidad argentina.

El abogado del otro acusado que resultó agredido con la botella rota había considerado que el delito respondía a un intento de homicidio. Su cliente, de 26 años, le había dado un puñetazo por lo que el principal acusado regresó minutos después provocándole un corte en la mejilla con la botella y en otras partes de su cuerpo, y a un amigo de este, un corte en el abdomen. Le aplicaron 29 puntos de sutura en su rostro. Los tres precisaron asistencia médica y uno de ellos estuvo dos días ingresado en el Hospital Mateu Orfila.

Finalmente, gracias al acuerdo, se retira la acusación a los dos agredidos con arma blanca, y se rebaja a un delito de lesiones la del principal inculpado aunque se mantienen las responsabilidades civiles, una parte de las cuales ya ha sido satisfecha.