El accidente ocurrió en el kilómetro 2 de la carretera general | Gemma Andreu

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La loca huida del joven brasileño que provocó el accidente mortal el pasado sábado en Maó a bordo de un Ford Fiesta no estaba motivada por la persecución de la Policía Local. Poco antes de producir el accidente que provocó la muerte de un hombre de 36 años y la pérdida del hijo que esperaba su pareja, protagonizó otro accidente en Maó.

Según el relato de la Policía Local, una patrulla que estaba de guardia el sábado recibió el aviso de accidente producido en la Costa de ses Voltes y de que el causante del mismo se había dado a la fuga. El coche patrulla, que en ese momento se hallaba en la calle Ciutadella, se dirigió hacia la ronda del puerto pensando que huiría por la carretera de Fornells.

En la bajada se cruzó con el coche a la fuga, fácilmente identificable porque, entre otros detalles, le faltaba medio parachoques delantero. El coche patrulla dio la vuelta en la rotonda del puerto y fue tras el vehículo sospechoso, aunque sin poner en marcha las señales acústicas ni luminosas.

Era un seguimiento discreto y silencioso. Al llegar a la rotonda elíptica de la carretera general ya tuvo indicios de la conducción anómala del Ford Fiesta, del que ya solo pudieron ver la trasera antes de entrar en la curva de Sa Dragonera. Observaron los adelantamientos que realizaba sin respetar la línea continua y cuando llegaron a la curva ya se había producido el brutal impacto y se encontraron de plano con el drama.

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Tras la narración de esos minutos fatídicos, uno de los agentes testigo de la tragedia no dudaba sobre la causa de la misma, solo puede imputarse al protagonista de una fuga absurda e innecesaria.

Por su parte, el informe de la Guardia Civil señala la conducción temeraria y el toque anterior con una furgoneta en la que sería su alocada y última carrera. Ese roce le habría hecho perder el control del vehículo e invadir el carril contrario. Hasta entonces había invadido el eje de la calzada pero los otros vehículos habían podido esquivarlo.

A más de 100 kilómetros por hora

Solo el informe del atestado recoge la velocidad a la que circulaba el Ford Fiesta en el momento en el que se detuvo como consecuencia del impacto. Lo que es seguro es que la aguja del velocímetro se detuvo a más de 100 km por hora, según comentó ayer uno de los primeros en acudir en auxilio de las víctimas, aunque eludió concretar la velocidad.

Ese testimonio lo corrobora otro conductor que circulaba por la rotonda elíptica, en la carretera general a la entrada del Polígono. Este conductor hubo de detener su vehículo en el arcén para sobreponerse del sobresalto sufrido despues de que el Ford Fiesta lo adelantara de forma peligrosa. Necesitó unos minutos para poder reemprender la marcha, según cuenta.