El sindicato Tu abandono me puede matar, de trabajadores penitenciarios, vuelve a denunciar que la prisión menorquina no está preparada para acoger presos conflictivos, así como la falta de personal para cubrir los turnos de custodia y vigilancia | Gemma Andreu

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La cárcel de Menorca vivió en la madrugada del jueves un nuevo episodio de violencia extrema cuando uno de los reclusos incendió su celda y luego vertió grandes cantidades de agua sobre el piso con el propósito de electrocutar a los funcionarios de servicio que acudieron a sofocar el fuego y socorrerlo.

El interno ocupaba una celda  de observación, con un cristal que la separa de otra celda en la que reside otro interno de confianza y desde la que observa al considerado conflictivo. Ambas se hallan en el módulo de ingresos y se utilizan habitualmente como aislamiento ya que la prisión carece de ellas para presos con conductas conflictivas, como es su caso, ha explicado el sindicato Tu abandono me puede matar.

Poco antes de la 1 de la madrugada los tres únicos funcionarios del turno advirtieron la humareda. El preso había prendido fuego al colchón, algunos enseres personales y parte del mobiliario y a continuación trató de inundarla lanzando agua en grandes cantidades sobre el piso.

Los funcionarios acudieron a la celda y allí los esperaba el recluso atrincherado en su espacio. Fue entonces cuando cogió el televisor encendido y lo tiró contra el suelo inundado de agua amenazando a los empleados. «Entrad a rescatarme que os vais a electrocutar, cabrones», les dijo, según informa el sindicato de trabajadores profesionales penitenciarios.

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La celda acristalada, que dispone de doble puerta, una exterior opaca y la interior con rejas, permitió que los funcionarios pudieran actuar con pericia para engrilletar al recluso y trasladarlo a una zona de seguridad del mismo módulo. Avisaron de inmediato al médico, que se personó poco después en la prisión y lo trasladaron a la enfermería debido a su elevado estado de nerviosismo. Más tarde regresó al departamento de ingresos y quedó acompañado en otra celda por un interno de confianza puesto que la suya había quedado muy afectada por el fuego.

Reincidente

Este mismo preso ya había provocado un conato de incendio con cartones en su celda hace una semana, que fue neutralizado por los funcionarios de servicio. Debido a su conducta, el colectivo profesional de la prisión ya había solicitado a la dirección su traslado a otro centro penitenciario ya que el de Menorca no está preparado para acoger a internos con este grado de conflictividad, indican.

El recluso, de unos 45 años de edad, natural de la Isla, ha sido detenido varias ocasiones por diferentes causas. Al parecer salió en libertad a finales del pasado año pero volvió a ser detenido a los pocos días, acusado de un delito sexual por el que debe ser juzgado.

La dirección de la prisión ha tramitado al juzgado la información del suceso ocurrido en la madrugada del jueves para que el titular determine la apertura de diligencias, si procede.