Imagen de una ambulancia del 061. | R.S.

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La rápida intervención de un vecino evitó en la mañana de este domingo el fallecimiento de un bebé de un año y medio que se estaba ahogando en una piscina privada de la urbanización Cap d’Artrutx, en Ciutadella.

Al parecer, el niño estaba jugando alrededor de la piscina de la residencia de sus padres, residentes en Ciutadella, cuando debió caer y golpearse en la cabeza con uno de los bordillos de la pileta. De ahí fue a parar al agua, probablemente tras haber perdido el conocimiento a causa del fuerte golpe que se había dado en el cráneo.

Fue la propia madre quien encontró al bebé en el agua, boca abajo y sin mostrar signos vitales, lo que hizo más angustiosa la situación puesto que desconocía el tiempo que había transcurrido desde que se había precipitado al interior de la piscina.

Un vecino que acudió al momento actuó con determinación, practicó la respiración boca a boca y las maniobras de reanimación cardiopulmonar al pequeño que, en principio, lograron su propósito.

El médico y los técnicos sanitarios del 061 llegaron a la casa minutos después y acabaron de estabilizar al bebé. Le extrajeron agua de sus pulmones y posteriormente lo introdujeron en la ambulancia para trasladarlo al Hospital Mateu Orfila donde ingresó en Urgencias, todavía en estado grave, pendiente de determinar su evolución en las próximas horas.