Los árboles habían sido plantados a final de año para embellecer el camino y dar sombra. | Josep Bagur Gomila

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El Ayuntamiento de Ferreries ha denunciado ante la Guardia Civil los destrozos que alguien ha causado en ocho de los alrededor de 60 árboles que el Consistorio había plantado en el Camí de Sant Patrici a final de año.

El Consistorio considera que no se trata de una simple gamberrada a cargo de adolescentes sino que sospecha que ha sido alguna acción premeditada a cargo de alguien que esté en contra de esta iniciativa. Los destrozos no se han producido en un solo día sino que han sido durante varias noches en las últimas semanas.

El concejal de Medio Ambiente, Gabriel Janer, ha lamentado este acto vandálico «puesto que se trata de una iniciativa que ejecutamos pensando en la gente que utiliza mucho este camino para hacer ejercicio, pensando que la sombra de los árboles podría darles protección».

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Aunque en un principio debían ser 70 los árboles a sembrar, atendiendo a un prespuesto de 31.399 euros, con ayuda del proyecto del Consell, Bgreen Menorca, finalmente fueron unos 60 puesto que propietarios de naves más próximas al camino consideraron que a la larga les podían ocasionar algún contratiempo.

Los árboles se distribuyen en torno a unos 200 metros pensados para dar sombra y embellecer la zona. Son árboles de crecimiento rápido, álamos, tilias, fresnos y paulonias, que en un par de veranos ya deben comenzar a dar sombra, según el botánico y paisajista, Pere Fraga, redactor del proyecto para la siembra.

Cada plantación tiene un coste que ronda los 340 euros, por lo que reponer los árboles y resembrarlos puede aproximarse a los 3.000 euros, con el riesgo de que la persona que los ha destrozado decida repetir su acción vandálica. El édil responable explica que el Ayuntamiento dispone de algunos árboles en stock para replantarlos pero aún no ha tomado la decisión de hacerlo o por el contrario dejar que los que han sido cortados crezcan. En este caso el camino perdería la uniformidad puesto que los árboles serían de distinto tamaño.

La decisión de colocar estos ejemplares fue contestada por algunos ciudadanos que consideraron innecesaria la acción frente a otras cuestiones más prioritarias, al tiempo que recordaron la suciedad que provocará la caída de sus hojas.