Fraude en los contadores de los 'hortals': la eléctrica se querellará contra su exempleado

El delegado de la comercializadora actuará contra su antiguo trabajador, que fue detenido el viernes

En estas instalaciones se han ido retirando varios contadores fraudulentos, dados de alta de forma irregular según las investigaciones policiales, utilizando documentación falsificada para superar la tramitación | Foto: Katerina Pu

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El delegado en Ciutadella de la comercializadora eléctrica cuyo exempleado fue detenido el viernes por las estafas de los contadores de los hortals, ultima una demanda con su abogado para reclamar responsabilidades. La empresa siente que el caso afecta a su imagen y reputación, por unas prácticas que realizó el individuo en cuestión, aprovechándose de su parentesco con el gerente de la oficina y de su puesto como comercial de la marca.

Francisco de Borja Camps es el delegado de Iberdrola en Ciutadella y fue llamado a declarar meses atrás como testigo, junto a otros afectados por la instalación de contadores ilegales en un buen número de huertos. Una comparecencia que concluyó sin imputación, lo cual, defiende, «significa que la juez tiene claro que no tuvimos nada que ver».

Negocio en paralelo

Este asunto ha roto toda relación entre el delegado de la eléctrica y su hermano, empleado como comercial autónomo y cuya función debía ser la de obtener clientes para la compañía. Sin embargo, «también está de alta como instalador eléctrico autónomo», incluso, ataviado con el logotipo de la eléctrica, algo por lo que se le llamó la atención. Fue así que se aprovechó de las ausencias prolongadas del gerente —por cuestiones médicas graves en la familia— para montar un negocio ilícito en paralelo. «Yo me enteré de que ponía contadores por clientes contentos por tener luz», pero «le dije a mi hermano que ese no era su trabajo y me dijo que como autónomo, podía».

«Aparentemente los trámites eran legales y superaron todos los permisos y filtros, de Industria, de la distribuidora», hasta que, tiempo después, «empezaron a retirar contadores» a raíz de la investigación y «llegaron las quejas de los clientes». Ahí «se destapó todo y luego hemos ido sabiendo que falsificaba documentos» y «lo despedimos». Hasta el punto que «hubo un caso de una finca, en la que constaban inscritos 17 contadores». «Al parecer hay implicados dos ingenieros, que se encargaban de firmar los documentos necesarios, y también estaba implicada su secretaria», quien introducía los datos en el sistema.

«Nuestro trabajo consiste, solamente, en captar clientes de otras comercializadoras, ofreciendo un mejor precio de la electricidad, nada más; llevamos 17 años sin ninguna queja», asegura Camps, quien supo después que su hermano atendía a clientes en su oficina fuera del horario comercial.

«Se aprovechaba del nombre de Iberdrola y facturaba como autónomo, con su propia contabilidad», la que ahora está en análisis por parte del «juzgado, la fiscalía, Hacienda».

«Él no tenía despacho, pero a veces se reunía con clientes en una sala, pero nunca pensé que estuviera haciendo triquiñuelas; se aprovechó de nuestra oficina y de la empresa», critica Camps.

«Las altas eran legales, pero se hicieron con documentos falsos»

 «Las altas de los contadores se hicieron de forma legal», es decir, con el procedimiento y las documentaciones exigidas. «La distribuidora recibía los documentos, el Boletín Eléctrico firmado por un ingeniero, la cédula, pero eran falsas», gracias a varios colaboradores. «Cualquier comercializadora habría dado el ‘ok’ a los contadores, iban con los documentos exigidos», dice Camps. Por otro lado, cree que faltó la supervisión última que debe hacer la distribuidora en cada alta, para validar la instalación. «Si se hubiera hecho, se habría descubierto antes».